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Muchos peloteros profesionales son de pura ascendencia haitiana

Pedro G. BriceñoSanto Domingo

SANTO DOMINGO.- Como un hecho insólito puede considerarse uno de los primeros fichajes de peloteros nacidos en República Dominicana, pero cuyos progenitores son de ascendencia haitiana, tierra vecina no reconocida en el globo terraqueo por enviar peloteros a ningún béisbol en el mundo. Resulta que una mañana de 13 de 1978, Epifanio Guerrero, considerado por muchos como el premier entre escuchas dominicanos de todos los tiempos entrenaba un grupo de mozalbetes en un estadio perteneciente a la provincia El Seibo cuando de repente apareció un hambriento jovenzuelo montado en un caballo y le dijo al llamado “super escucha” que quería agotar algunos turnos al bate. Epifanio, sin nada que perder le otorgó la oportunidad al atrevido muchacho, quien tras desmontarse de su equino brindó una soberbia exhibición de bateo. Con el paso de unos días, Julián Yan ya había conseguido un contrato de unos 4,500 dólares con los Azulejos. Ese mismo Yan nunca vio acción en las Grandes Ligas, pero a su paso por las Ligas Menores y de México ha producido 352 cuadrangulares. El espigado de 6¥4 había nacido en un batey de la provincia El Seibo y según comenta el ex escucha de los Azulejos los progenitores del veterano son de origen haitiano. Por esos años Epifanio también firmó para Toronto a Eduardo Dennis, un jugador del cuadro, nativo del batey Guerrero, quien apenas permaneció unos cuatro años en el béisbol organizado. En los entrenamientos con los Azulejos en el país con frecuencia se escuchaba a Yan y Dennis comunicándose en el idioma creole Eran épocas en que esos muchachos se agotaban del trajín de los ingenios, el corte de la caña y buscaban mediante el béisbol la oportunidad de abandonar esos tormentosos días en los cañaverales. Visitó zonas apartadas Esto también llevó al sabueso escucha a visitar las zonas más apartadas del país en busca de peloteros de ascendencia haitiana. Con frecuencia, en su agenda figuraban viajes a Jimaní, Elías Piña, Dajabón, Pedernales, La Colonia, entre otros lugares. Este también era el anhelo de Rafael Ávila, quien en un momento se interesó por visitar a Haití y ver que material disponible para el béisbol podría descubrir por esos lares. Empero, Al Campanis, para entonces gerente General de los Dodgers le informó que no era necesario aventurar en un lugar tan distante, si el país contaba con el material suficiente para firmar peloteros, de cualquier índole. Ya Ávila había firmado en 1981 a Manny Francois y según su visión era el mejor prospecto del cuadro interior que había fichado. Incluso con más talento que José Offerman, José Vizcaíno, Juan- Tito- Bell, Mariano Duncan entre otros peloteros de esas posiciones que firmó para la época. Sin embargo, el actual ejecutivo de los Dodgers sostuvo que Francois no se adaptó a los requerimientos de la organización y por eso su permanencia en el béisbol de Estados Unidos fue efímera, apenas cuatro años. El más exitoso pelotero dominicano y que tiene ascendencia haitiana lo ha sido Tony Fernández, quien nació en el batey Regazo fue firmado por Epifanio en 1979 y durante una estadía de 17 campañas bateó para .288 (7,911- 2,276). Mientras que Ávila también expresó que junto a Elvio Jiménez firmó al paracorto Ramón Jean, de nacionalidad haitiana y este joven cuenta con tantas habilidades que para el próximo torneo de la Liga de Verano el equipo de los Dodgers piensa mover a un novato cotizado, llamado Pedro Guerrero a la intermedia. Algunos otros peloteros, cuyo padre o madre son de nacionalidad haitiana son Domingo Jean, Radhamés Liz, Félix Pie, Esteban Yan, Máximo Nelson, un prospecto de los Yankees, Alberto Lois, Ruddy Yan, Adolfo Joseph, Miguel Sanfren, Juan Senreiso entre otros.

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