La crónica de los martes
Murió Tomasito Liriano
En días pasados nos enteramos de la triste noticia, que había fallecido el ex paracorto del béisbol amateur, TOMÁS ANTONIO LIRIANO CRUZ, de apodo TOMASITO, quien nació en el barrio de La Joya de Santiago, el día 7 de marzo de 1937, el año que surgió a la vida beisbolera las “Águilas Cibaeñas”.
El atleta cibaeño iba a cumplir 70 años en el próximo mes de marzo y la parca inexorable se lo llevó al mundo del más allá. Tomasito era hijo de Joaquín Antonio Liriano (Negro), otrora intermedista y de Ana Silvia Cruz, ambos marchados de este planeta.
Un hermano de Negro, de nombre Erasmo Liriano, alias “Mito”, también fue pelotero, pitcher y outfielder. Ellos jugaron en las décadas de los años 30 y 40, sobresaliendo en una época cuando no existía pelota organizada.
Siendo Tomasito de corta edad, sus ídolos en la pelota fueron los jugadores profesionales Horacio Martínez, Luis Tomás Saillant y Bragañita García. Eran los tiempos en que el pequeño de tamaño jugaba todas las tardes en el viejo play “Enriquillo”.
Liriano Cruz medía únicamente 5’ 3’’, con un esqueleto que pesaba sólo 120 libras, pero el chiquito se desplazaba como todo una ardilla en las paradas cortas y lucía impresionante cuando iba detrás de las rodadas que llegaban a sus contornos, donde él era un rey en el uso del guante.
El veterano jugador y dirigente Chaguín Gómez, fue el instructor que más lo ayudó en sus principios, cuando Tomasito todavía estaba muy bisoño e ignoraba la mayoría de las técnicas y estrategias que demanda el béisbol.
Cuando se comenta de Tomasito en sus años buenos, se dice que cubría bastante terreno, poseía un brazo fuerte, corría con acierto, se embasaba frecuentemente y era chocador de líneas bajas.
El santiaguense intervino en muchos equipos, algunos de ellos: “Colonial” (1948), “Oldsmovile 88” (1951-1953), que dirigía Chaguín Gómez. Para 1955, Tontón Acevedo lo contrató para jugar con la Fuerza Aérea Dominicana, para ese entonces Aviación Militar Dominicana. Además Tomasito militó con el combinado “Montecarlo” del inmortal Bullo Steffani.
Para los años 1956 y 1957, nuestro protagonista vistió el uniforme del team “Villa Vásquez” y en 1958 vio acción con el aguerrido conjunto de “Manzanillo”. En 1960, se destacó en las filas de la novena de “San José de las Matas” y del 1961 al 1965, fue bujía inspiradora en la “Marina de Guerra”, donde desplegó una brillante actuación en todos los aspectos del juego, bateando y cogiendo.
En 1962, integró la “Selección Dominicana” en los IX Juegos Centroamericanos y del Caribe de Kingston-Jamaica. Allí jugó como regular el short y los dominicanos lograron medalla de oro, venciendo a Colombia, México, Venezuela y Cuba.
En 1965, Liriano volvió al “Montecarlo” de Santiago y a la “Marina de Guerra”, pero en 1968 abandonó el béisbol local y se marchó a New York, residiendo en aquella urbe hasta 1984 (16 años), cuando regresó para quedarse en su lar nativo.
El pequeño de Santiago, producto de una familia de peloteros, jugó en calidad de amateur por durante 20 años, de 1948 al 1968, dejando huellas de haber sido un destacado infielder que bateaba de abridor y cubría la posición número seis.
El hijo de Negro tuvo oportunidad de pasar al profesionalismo pero prefirió no hacerlo por el poco monto de las ofertas. Los escuchas Howe Hack y Horacio Martínez quisieron firmarlo.
Lamentamos el deceso de Tomasito. Fue un buen jugador aficionado, que no acarició el disfrute de la pelota rentada.