FINJUS
Fundación Institucionalidad y Justicia apoya prohíban consumo de alcohol de madrugada
Servio Tulio Castaños respalda medidas de Interior y Policía para favorecer la paz y armonía social. Comerciantes de la FDC rechazan prohibiciones a medianoche.
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) manifestó ayer su rechazo al consumo de bebidas alcohólicas en horas en la madrugada, ya que el consumo de alcohol y los niveles de contaminación sonora en espacios públicos se han convertido en un problema agudo en los últimos años.
Afirmó que a pesar de los planes para controlar el expendio de bebidas alcohólicas a altas horas de la noche, esa una de las mayores causas de la inseguridad en la actualidad, convirtiéndose en un foco de vulnerabilidad tanto al comercio que expende como a aquellos residentes que se encuentran en las proximidades.
Sostuvo que ese comportamiento junto con el exceso de sonidos que alteran las condiciones normales del ambiente, afectan espacios públicos dedicados a contribuir al desarrollo pleno de la ciudadanía.
“Con ello no se está diciendo que no se puede consumir alcohol, escuchar música y compartir con seres queridos, pues son actividades que desde siempre nos han acompañado; lo que sí no se puede es pretender contribuir a un ambiente que alimente la violencia y la delincuencia, consumiendo alcohol a altas horas de la madrugada y generando sonidos que perturban la paz social”, afirmó el vicepresidente ejecutivo de la Finjus, Servio Tulio Castaños Guzmán.
Sin embargo, la situación se ha estado agravando, al punto que algunos sectores la ven como algo normal, y hay un aumento desordenado de comercios con personas que se adueñan de las vías públicas, “favoreciendo la generación de amenazas que constituyen focos claves que elevan los niveles de delincuencia e inseguridad”.
Medidas
El vicepresidente ejecutivo de la Finjus afirma que para nadie es un secreto que la delincuencia y la criminalidad constituyen una de las amenazas principales para la población, y por eso la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, con el objetivo de priorizar la desarticulación del desorden, modernizar la gestión de la seguridad, promover una política firme de persecución al delito y ofrecer programas de vinculación social y educación, ha puesto en marcha una serie de medidas que buscan cumplir con el mandato constitucional de salvaguardar la seguridad ciudadana y mantener el orden público.
Citó que en el país imperan las leyes 64-00, que regula la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente, y la 287-04, sobre prevención de ruidos nocivos.
La Ley 64-00 cataloga como contaminación sónica los sonidos que por su nivel y frecuencia afectan la salud humana, y en su artículo 114 faculta al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para que en coordinación con las autoridades regulen la emisión de ruidos y sonidos molestos o dañinos.
La Ley 287-04 establece, en su artículo 6, la obligación de implementar sistemas de aislamiento acústico a toda persona física o jurídica que se dedique a actividades que por su naturaleza produzcan ruidos permanentes o usen equipos que lo generen. Y, en su artículo 2, dispone que la producción de ruidos nocivos o molestos, cualesquiera fueren su origen y el lugar en que se producen, está prohibida dentro del ámbito de las zonas urbanas del país.
“La cuestión de la especie no se trata de si hay o no marcos legales insuficientes o decisiones judiciales oportunas, se trata de un fenómeno social que atenta contra la vida y el desarrollo armonioso de los ciudadanos. Para nadie es un secreto que con ello se presenta el reto de sectores que se oponen a luchar contra una cultura de caos y desorden que desafían la capacidad de actuación de las autoridades”, indicó.
Castaños precisa que en ningún país “medianamente desarrollado y reglamentado se ven personas tomando alcohol en vehículos con sonidos que causan disturbios, situación que se agrava cuando sucede en horas de la noche y en áreas públicas. La proliferación de centros de desorden, el consumo desproporcionado de alcohol, niveles de sonidos que irrespetan los decibeles permitidos y el caos del tránsito terrestre son fenómenos que están unidos todos y generan no más que una cultura violenta de antivalores empujado por sectores que se oponen al control”.
Sepa más
Como ciudadanos conscientes, debemos promover una cultura que contribuya a mitigar los conflictos y los problemas que amenazan la armonía, y la convivencia social y pacífica. Para este cometido, apoyémonos de las mesas de seguridad, ciudadanía y género que están formadas en los 158 municipios del país. En estos espacios confluyen la presencia de figuras claves para presentar soluciones que generen respuestas integrales a las dificultades que enfrentamos.
Para Castaños este es el momento de continuar tomando medidas urgentes e inteligentes, siempre correspondidas en los marcos legales, y crear espacios nacionales para definir un plan de acción que siga contribuyendo al rescate y humanización del sistema de seguridad ciudadana.
Finjus reitera su compromiso de apoyar la labor que realizan las autoridades en este aspecto para comenzar a crear una nueva cultura de armonía social en el país, dice.
Editorial
Listín Diario planteó la necesidad de establecer límites en la venta de alcohol hasta un horario prudente, como en otros países.