Enfoque
Autosuficiencia económica
El concepto de autosuficiencia es muy valorado en amplios círculos de opinión, siendo un objetivo que se menciona de vez en cuando, especialmente en asuntos relacionados con alimentación y defensa, temas propicios para formar parte de propuestas electorales.
A ese respecto, no obstante, conviene señalar que ni siquiera el planeta Tierra es económicamente autosuficiente. Evidentemente, los terrícolas hasta ahora no comerciamos con otros mundos dentro o fuera del sistema solar, pero la vida en nuestro planeta depende del sol. Eso significa que en términos cósmicos, aunque puede no haber comercio extraterrestre, aun así no existe una verdadera autosuficiencia, si definimos ésta como no necesitar algo que venga de más allá de los confines planetarios.
Dentro de nuestro mundo, sin embargo, la noción de autosuficiencia está ligada a la ausencia de intercambio comercial entre países. Si un país no comerciara y todo lo que consumiera fuese producido dentro de sus fronteras, se le consideraría como autosuficiente.
Dado que los orígenes del comercio se remontan a los primeros grupos humanos, y hasta a los antecesores de nuestra especie, vale decir que la autosuficiencia total es solo una noción abstracta, que no ocurre de forma absoluta en la realidad. Ni siquiera Corea del Norte en su aislamiento es autosuficiente, como no lo son tampoco los aborígenes ubicados en zonas remotas del Amazonas o Indonesia, o los esquimales de las regiones polares del continente americano, o las comunidades supuestamente cerradas creadas por grupos motivados por principios religiosos. No obstante, a los economistas les agrada suponer y calcular posibilidades y, al igual que analistas militares y expertos en asuntos de seguridad, les interesa medir la capacidad de las diferentes naciones para satisfacer sus propias necesidades.
No debe causar sorpresa alguna por lo tanto, que en esos estudios se observe una relación entre la disponibilidad de recursos naturales y la autosuficiencia, lo que a su vez provoca que sean naciones de gran tamaño, como los EE.UU., Rusia, Canadá y Argentina las que tiendan a poseer un mayor potencial de llegar a ser autosuficientes, influyendo factores como agua, energía, estacionalidad y tierras cultivables. Por supuesto, tener el potencial para hacerlo no significa que dichas naciones realmente procuren ser autosuficientes.
El costo de la autosuficiencia podría medirse como el porcentaje en que el PIB de un país caería si cesara su comercio internacional, pero esa medida sería incompleta pues no tomaría en cuenta su habilidad para sustituir bienes y servicios importados por otros de producción doméstica. Es esa perspectiva dinámica de reacción la que al final definiría las condiciones de vida que eventualmente existirían, luego de que la sustitución se haya llevado a cabo.