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La industria del casabe agoniza en el Cibao

La falta de planificación de los productores y la sequía han provocado escasez de la yuca amarga que se utiliza para la producción.

Foto Externa. Casabe

Es medio día y en la fábrica de casabe de Cándida Mercedes Castillo, conocida en Monción como Doña Mechi, los empleados ya se van a sus casas, habitualmente el horario era hasta finalizar el día, pero la realidad ha cambiado, no hay yuca amarga, la materia prima del casabe, y en las pequeñas industrias se produce un 20 o 30% de la producción regular.

Las deudas se acumulan y los ingresos disminuyen, Doña Mechi ha tenido que acudir a la banca y lo que tiene guardado para poder pagar el sueldo a los 10 trabajadores fijos de su empresa, “yo he tenido que buscar 2 millones de pesos para poder resolver, de los ahorros y prestado”, cuenta.

Pero la situación se extiende por los distintos productores de la zona, “hay fábricas que trabajan dos días a la semana con la poquita yuca amarga que aparece, a veces no es buena", asegura Paulino Peralta, presidente de los productores de Casabe de Santiago Rodríguez.

Las fábricas que producen cazabe han mermado su producción por falta de yuca.

Crisis

Monción es la capital del casabe de yuca, es el municipio de mayor producción en el país, alrededor de 2,500 familias dependen de manera directa e indirecta de la industria del casabe, además, de unos 7,000 productores de yuca, que siembran yuca amarga a nivel de la región, en Loma de Cabrera, Capotillo, Villa Los Almácigos, y otras comunidades de Santiago Rodríguez.

En la provincia el casabe es la principal fuente de ingresos, hay un promedio de 53 fábricas, de las cuales 32 están ubicadas en Monción, sin embargo, actualmente solo están operando entre 11 y 14, trabajando en su mínima capacidad.

Hay quienes para encontrar yuca y producir de nuevo tienen que esperar una y dos semanas, mientras sus operaciones permanen detenidas.

Baja en los salarios

En la fábrica de la señora Castillo los quemadores trabajan por producción, dependiendo la cantidad de tartas de casabe que quemen, se multiplica por el precio de la unidad, y el resultado es lo que cobrarán. 

Los empleados han pasado de ganarse de 7 a 10 mil pesos en la semana, a cobrar RD$2,500, ya que antes se llenaba un furgón de casabe para exportación en un mes, y ahora se necesitan tres meses.

¿Qué pasó con la yuca amarga?

“Hubo una falta de planificación de los productores, sembraron sin tener con antelación quien iba a comprarla, por lo que se produjo un exceso de yuca en tiempo atrás, esto provocó que al vender la yuca los productores tuvieran pérdidas”, afirma el presidente de los productores.

Las pérdidas y la sequía fueron la combinación ideal para que no se sembrara yuca amarga. La yuca dulce que se podría utilizar como sustituto, no es recomendable, porque no permite que el cazabe tenga duración em los almacenes, ya que es atacado por moho.

Para tener una idea el casabe regular puede durar tres años en conserva, sin embargo, el de yuca dulce a los tres meses de almacenado ya tiene moho, por lo que es difícil exportarlo.

Materia prima

Los productores han tenido que hacer una larga ruta buscando materia prima, en Cotuí, a cientos de kilómetros de distancia han encontrado yuca, sin embargo, la distancia incrementa los costos de producción.

Dicen algunos que en Moca no se está produciendo la suficiente yuca amarga, regularmente se siembra yuca dulce, y la que encuentran no tiene precios competitivos.

Los colmados.

En su mayoría han dejado de vender casabe, pues aunque la demanda se mantiene, la producción no da abasto. Tienen que comprar la unidad a 70 pesos, para venderlas entre 85 o 90 pesos.

Mientras la libra de yuca se vende a 35 pesos. “Esto nunca se había visto aquí”, cuenta una señora que compraba el vivere en un colmado.

Denuncia.

“No ha habido ninguna comunicación del gobierno o el Ministerio de Agricultura para saber que se va a hacer con esta situación”, asegura Paulino Peralta.

Mientras Doña Mechi dice “estar agarrada de Dios, tratando de ver cómo vamos a resolver esta situación”.

La industria del casabe es una garantía de seguridad en la zona fronteriza de Santiago Rodríguez por la cantidad de empleos que generan.