formalización
Registro en la TSS sube a 732 trabajadoras domésticas
Las últimas estadísticas del Banco Central revelan que al cierre del 2022, la población ocupada dedicada al servicio doméstico totalizaba 230,158 personas.
El trabajo doméstico formalizado plantea prohibiciones.
Del 22 de mayo al 7 de junio de este año, el registro de trabajadores domésticos aumentó de 454 a 732, reflejan una variación absoluta de 278 nuevos inscritos en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).
A pesar de que el plan piloto para la formalización del trabajo doméstico inició en diciembre del año pasado y de que el ministerio de Trabajo habilitó un sitio web dentro de su portal institucional para el registro, las y los empleadores se notan tímidos a la hora de inscribir al personal contratado para este tipo de servicio.
Las últimas estadísticas del Banco Central revelan que al cierre del 2022, la población ocupada dedicada al servicio doméstico totalizaba 230,158 personas, por lo que la cantidad de trabajadores formalizados apenas representa el 0.31% del total.
El 69.8% del total de trabajadores domésticos cotizando en la TSS devenga un salario de entre RD$10,000 y RD$20,000, mientras que el 11.4% recibe menos de RD$10,000 y el 6% recibe una remunaeración de más de RD$20,000.
Asimismo, del total formalizado el 89.75% es femenino y el 10.25% es masculino.
Al clasificar a estos 732 trabajadores domésticos inscritos en la TSS por edad, el 67.9% se ubica entre los 31 y 55 años, el 17.35% es mayor de 55 años y el 14.75% está entre los 18 y los 30 años.
Los quehaceres a los que se dedican son: limpiadores y asistentes domésticos (72.9%), cuidadores de niños y niñas (20%), mayordomos (4.64%), conductores de automóviles (2.32%), personal de protocolo (2.18%), personal de jardinería y horticultura (2.04%) y cuidadores de animales (1.22%). En ocupación no identificada quedaron 95 trabajadores para un 12.9%.
Al verificar la nacionalidad de los registrados observamos que el 99.18% es dominicano y el 0.68% haitiano.
Promesas
Con el inicio de la formalización se dijo que las trabajadoras tendrían una mejor cobertura en la seguridad social, en riesgos laborales, pensiones solidarias, subsidios por maternidad, lactancia y enfermedad común.
Los empleadores podrían contratar a otra persona cuando la empleada busque un subsidio por maternidad.