formalización

En la TSS solo se han registrado 454 trabajadoras domésticas

El Ministerio de Trabajo inició del noviembre del 2022 el proceso de formalización del trabajo doméstico a modo de plan piloto.

Trabajo doméstico.

Trabajo doméstico.

La formalización del trabajo doméstico solo cuenta con 454 trabajadores inscritos en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), 417 mujeres (91.85%) y 37 hombres (8.15%), y de estos, 450 son de nacionalidad dominicana y solo el cuatro son haitianas.

Las estadísticas del Banco Central revelan que al cierre del 2022, la población ocupada dedicada al servicio doméstico totalizaba las 230,158 personas, por lo que la cantidad de trabajadores formalizados representa el 0.19% del total.

De acuerdo con los registros de la TSS, del total de trabajadores registrados solo 264 tienen sus contratos completados, quedando por completar los de 191 personas.

En las escalas salariales que presentan los trabajadores inscritos en la TSS se visualiza que: 49 perciben menos de RD$10,000; 284 ganan entre RD$10,000 y RD$20,000; unos 26 ganan más de RD$20,000; y 95 tienen salarios no identificados.

Otro dato relevante que nos ofrece la TSS es que de los 454 trabajadores domésticos formalizados, el 66.74% (303) tiene entre 31 y 55 años, el 18.28% (83) tiene más de 55 años y el 14.98% (68) tiene entre 18 y 30 años.

Asimismo, los oficios que realizan estos trabajadores son: Limpiadores o asistentes domésticos (303 personas), Cuidadores de niños y niñas (94), No identificados (95), Mayordomos (19), Conductores de automóviles (10), Personal de protección (9), Cuidadores de animales (6) y Peones de jardinería y horticultura (6)

Según la data que presenta la TSS en su portal web, las provincias donde se han registrado estos empleados del servicio doméstico son: Santo Domingo (86), Santiago (59), Distrito Nacional (35), San Cristobal (32) Puerto Plata (13), Espaillat (12), San Pedro de Macorís (9), La Altagracia (6), La Romana (6), Monte Plata (6), Duarte (6), Samaná (5), Azua (5), Peravia (5), Valverde (4), María Trinidad Sánchez (3), Sánchez Ramírez (3), Monte Cristi (2), Hermanas Mirabl (2), Dajabón (2), Elías Piña (1), y Monseñor Nouel (1).

Sin fe en el registro

La Federación Nacional de Mujeres Trabajadoras (Fenamutra) manifestó que el proceso de formalización del trabajo doméstico no ha fluido como se esperaba por las variaciones de fechas de entra en vigencia y por la poca fe de los empleadores en este registro.

“Desde Fenamutra entendemos que el proceso no ha fluido más por que se han variado las fechas que se publicó para la entrada en vigencia y posiblemente algunos no le tengan fe al registro”, indicó la presidenta de la organización, Ruth Díaz.

Manifestó que a pesar de esta realidad “hay que apostar a que todos y todas de manera responsable cuidemos a quienes nos cuidan, ese es el lema de Fenamutra, y cuidar significa formalizar el empleo, y con ello dar mejor calidad de vida a quienes ejercen este oficio”.

Díaz expuso a Listín Diario que les parece también que la promoción en los beneficios y el conocimiento efectivo del modo de acceso debe ser una campaña constante por parte de las autoridades para concienciar a la población en sentido general.

Proceso dificil

El ex vicepresidente de la República y experto en temas laborales, Rafael Alburquerque, manifestó que siempre será difícil la formalización del servicio doméstico porque no se trata de una empresa.

“Es un hogar y el domicilio es inviolable por mandato constitucional, lo que dificulta el trabajo del inspector”, indicó Alburquerque.

Dijo que, no obstante, es importante comenzar, avanzar, aunque sea lentamente y de esta formar tratar de ofrecer protección social a estas trabajadoras, hasta hoy relegadas a asalariadas de segunda.

Iniciativa valiente.

La regularización del trabajo doméstico ha sido una acción valiente de la gestión del presidente Luis Abinader que honra el compromiso que, como país se asumió en 2013 cuando se ratificó el convenio 189 con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La formalización representa la oportunidad de mejorar la situación de derechos de estos trabajadores, muchos de ellos vulnerables a diversos tipos de explotación.