petróleo
Pemex atribuye a fenómenos naturales derrame en el Golfo de México
Varias organizaciones, entre ellas Greenpeace, denunciaron la semana pasada un derrame de crudo que el 12 de julio se extendía por unos 400 kilómetros cuadrados.
La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) dijo ayer que un derrame de crudo que denunciaron varias oenegés a mediados de julio corresponde en realidad a emanaciones naturales de hidrocarburos en el mar.
En conferencia de prensa, el director general de la empresa, Octavio Romero, señaló que las imágenes de una mancha de hidrocarburo difundidas por las organizaciones corresponden a "chapopoteras", esto es, emisiones naturales de hidrocarburo en el mar.
"Se denominan emanaciones naturales de hidrocarburos al medio ambiente o chapopoteras", dijo el funcionario. "Hay días que las emanaciones son muy abundantes, otros días las emanaciones no son tan abundantes".
Pese a esa explicación, Romero reconoció también que hubo una fuga en un área del Golfo de México en donde el 7 de julio se registró una explosión en una plataforma de producción de gas de Pemex que dejó dos trabajadores muertos y uno desaparecido.
Varias organizaciones, entre ellas Greenpeace, denunciaron la semana pasada un derrame de crudo que el 12 de julio se extendía por unos 400 kilómetros cuadrados.
El funcionario dijo que la fuga fue detectada el 3 de julio y que en los días siguientes se prepararon los trabajos para repararla, tarea que concluyó el 22 de julio pasado.
El funcionario dijo que Pemex no ocultó el evento y acusó "imprecisiones" en la información publicada por la prensa local.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador considera esta empresa estatal como un baluarte de la soberanía nacional.
Varios accidentes se han registrado en los últimos años en instalaciones de Pemex, en algunos casos con víctimas fatales.
El pasado 24 de febrero, una decena de obreros sufrieron quemaduras en dos incendios ocurridos en plantas de Veracruz (sureste).
La infraestructura de la petrolera también ha sido afectada por ladrones de combustible.
El caso más grave ocurrió en enero de 2019, cuando el incendio y posterior explosión de un ducto que era saqueado dejó 137 muertos en la localidad de Tlahuelilpan, en el central estado de Hidalgo.