enfoque

Preferencias cautelosas

Mañana serán celebradas las elecciones generales en los Estados Unidos, el socio principal de nuestra economía y lugar donde reside una gran cantidad de dominicanos. 

Es evidente que desde aquí sólo seremos espectadores del desenvolvimiento del evento, pero aun así estaremos muy pendientes de lo que suceda dada la importancia que los resultados tendrán para nosotros.

Aunque seamos simples espectadores, es inevitable que tengamos diversas opiniones respecto de las implicaciones que el triunfo de uno u otro partido tendría para nuestro país. 

Nos enfocamos especialmente sobre los candidatos a la presidencia y vicepresidencia, pero será también muy relevante lo que ocurra en cuanto al control del Senado y la Cámara de Representantes. 

Y según sean dichas opiniones, favorecemos a los republicanos o a los demócratas. Ése, sin embargo, no es el único criterio que incide sobre nuestra selección, pues muchos toman también en cuenta las posiciones de los candidatos en relación con asuntos como la familia, los derechos sexuales y el aborto.

Para los fines de esta columna, exploramos las ponderaciones acerca de los efectos económicos como fundamento para decir que una alternativa es mejor o peor que la otra. Y a ese respecto, en base a múltiples indagaciones y conversaciones con personas de variadas convicciones, ocupaciones y posiciones económicas, no pudimos detectar lo que podríamos calificar como un respaldo entusiasta generalizado para ninguno de los dos bandos. 

Observamos más bien un enfoque basado en el concepto del menor mal, en función del cual la persona se inclina por el que estima que menos inconvenientes traería en los próximos cuatro años.

Los que prefieren a los republicanos hacen mención de que su triunfo tendría implicaciones favorables para el crecimiento de la economía estadounidense, lo que sería muy conveniente para nuestras perspectivas económicas. Y mencionan también que probablemente disminuiría la presión sobre nuestro país en lo que concierne a la política inmigratoria que decidamos aplicar.

Los que se inclinan por los demócratas temen que una administración republicana persiga a muchos de los dominicanos que han emigrado a los EE.UU., con sus predecibles consecuencias perjudiciales sobre las remesas que ellos nos envían. 

Y se refieren además a la actitud republicana respecto del libre comercio y las inversiones estadounidenses en el extranjero, que podría conducir a restricciones a la salida de allá de empleos y producción vía las zonas francas que operan en nuestro territorio.

En poco tiempo sabremos quiénes vencieron y quiénes perdieron.