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FMI advierte que Reino Unido enfrenta "decisiones difíciles" para mejorar su economía
De acuerdo con la institución, con sede en Washington, "el principal desafío a mediano plazo para la política fiscal será mejorar la respuesta a las necesidades del gasto público, y al mismo tiempo estabilizar la deuda pública".
Reino Unido, cuyo gobierno laborista recién se posesiona, enfrenta "decisiones difíciles" debido a su alto nivel de deuda pública, advirtió ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con la institución, con sede en Washington, "el principal desafío a mediano plazo para la política fiscal será mejorar la respuesta a las necesidades del gasto público, y al mismo tiempo estabilizar la deuda pública".
La advertencia se da en el marco de la revisión anual del FMI a la situación financiera y a la economía del país.
"En ausencia de un empuje sustancial para potenciar el crecimiento, estabilizar la deuda pública requerirá de decisiones difíciles en materia fiscal y de gasto", aseguró el FMI.
El Fondo añadió que se necesitan inversiones importantes en el sector salud para contrarrestar el subfinanciamiento crónico y el envejecimiento de la población, así como para "reformas estructurales más ambiciosas para impulsar el crecimiento potencial".
El FMI también manifestó la necesidad de mantener el gasto público bajo control a medida que se acerca al equivalente al 100% del PIB del país.
Entre las medidas que podrían tomarse, el FMI apuntó a la posibilidad de aumentar los ingresos fiscales con incrementos del impuesto al carbono, las sucesiones, los bienes raíces y el IVA.
Aunque predijo un "aterrizaje suave" luego de una corta recesión a finales del año pasado, el Fondo es cauto sobre el crecimiento a largo plazo, que prevé moderado, dado el débil crecimiento de la productividad, el envejecimiento de la población y los altos niveles de inactividad.
El FMI confirmó que la inflación volvió a estar dentro del objetivo, pero prevé una ligera subida hasta el 2,5% a finales de año, aunque sólo será temporal.
Tras un crecimiento de casi cero en 2023, se espera que la economía británica crezca un 0,7% este año, antes de llegar a 1,5% en 2025 y a 1,7% en 2026.