trafico de personas
Estados Unidos sanciona a empresas de transporte que facilitan la "migración irregular"
En enero las autoridades estadounidenses interceptaron 124.220 veces a migrantes y solicitantes de asilo en la frontera con México.
Estados Unidos restringirá visas a dueños y directivos de compañías de vuelos chárter, de transporte terrestre y marítimo que facilitan la "migración irregular", una nueva política cuando faltan menos de nueve meses para las presidenciales de noviembre.
La afluencia de migrantes es uno de los temas que preocupan a los votantes estadounidenses y el presidente demócrata Joe Biden, candidato a su reelección, intenta impulsar lo que llama una migración "ordenada".
Los republicanos le acusan de no hacer lo suficiente en este sentido.
En enero, las autoridades estadounidenses interceptaron 124,220 veces a migrantes y solicitantes de asilo en la frontera con México, es decir la mitad que en diciembre pero demasiados en opinión de los conservadores.
No se trata solo de números. El gobierno estadounidense denuncia desde hace años la explotación de migrantes, muchos de ellos latinoamericanos pobres, a manos de traficantes que les hacen pagar sumas de dinero exorbitantes y los exponen a peligros.
Ante esta situación el Departamento de Estado anunció este miércoles una nueva política.
Washington restringe visas a "los propietarios, ejecutivos y altos funcionarios de compañías de vuelos chárter y transporte terrestre y marítimo que brindan servicios de transporte destinados a ser usados principalmente por personas que tienen la intención de migrar de manera irregular a Estados Unidos", afirma el portavoz Matthew Miller en un comunicado.
Se trata de sancionar a quienes "se aprovechan de los migrantes vulnerables y facilitan la migración irregular en todo el mundo y hacia Estados Unidos", señala.
"Nadie debe aprovecharse"
Porque "nadie debe aprovecharse de los migrantes vulnerables: ni los traficantes de personas, ni las empresas privadas, ni los funcionarios públicos, ni los gobiernos", insiste Miller.
Esta política es el resultado del trabajo con "socios en toda la región", declaró Eric Jacobstein, subsecretario de Estado adjunto, en rueda de prensa.
Se examinará caso por caso.
"La mayoría de los vuelos chárters de Cuba (...) para Managua no son para el turismo, son personas con el intento de migrar irregularmente a los Estados Unidos, así que estamos evaluando cada compañía" de transporte, declaró Jacobstein.
En noviembre Washington ya restringió visas a empresas que operan vuelos chárter a Nicaragua con migrantes en situación irregular. Ahora se amplía al resto del transporte, pero se aplicará solo a los extranjeros.
Estados Unidos ha reiterado una vez más que muchas veces los migrantes corren riesgos en vano.
Desde el 12 de mayo pasado el Departamento de Seguridad Interior (DHS) expulsó "a más de 550.000 individuos que se encontraban en la frontera con México, incluyendo más de 90.000 miembros de familias", detalló Blas Núñez-Neto, subsecretario del Departamento de Seguridad Interior durante la rueda de prensa.
"Esas cifras son récords", puntualizó.
En mayo el gobierno levantó una norma sanitaria que permitía bloquear en la frontera a casi todos los migrantes que llegaban sin la documentación necesaria para entrar.
"Vías legales"
Para contrarrestar la suspensión introdujo "vías legales", como pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil (CBP One), hacer los trámites en los países por los que pasan o acogerse a permisos humanitarios y de reunificación familiar.
"Más de 357,000" nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela han entrado con los programas humanitarios para estos países, especificó Núñez-Neto. Y más de 459,000 personas lo han conseguido a través de la aplicación de teléfono móvil.
La capacidad de maniobra es limitada por lo que el Ejecutivo insiste en pedir al Congreso la adopción de un proyecto de ley de reforma migratoria bloqueado por los republicanos, que lo consideran demasiado flojo.
Bajo presiones del expresidente Donald Trump, gran favorito para la nominación presidencial republicana, los congresistas conservadores han optado por parar cualquier reforma fronteriza hasta después de los comicios.