Tres soluciones latinoamericanas contra el cambio climático
América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayores condiciones de vulnerabilidad a los impactos adversos del cambio climático.
El cambio climático impactará fuertemente a los países en desarrollo, que presentan mayores índices de vulnerabilidad y sufren en mayor medida los impactos de los fenómenos extremos en sus infraestructuras, bosques, costas y agricultura. Ante esta situación, es vital acelerar las medidas de adaptación y de gestión de riesgos de desastres. América Latina y el Caribe tiene algunos casos de éxito en este ámbito que pueden convertirse en referencia global.
América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayores condiciones de vulnerabilidad a los impactos adversos del cambio climático. Los países ya han visto cómo estas vulnerabilidades se materializan en una serie de desastres relacionados o detonados por el clima, incluidos huracanes, inundaciones, incendios forestales, deslizamientos y sequías. Estos desastres han causado pérdidas y daños generalizados a las comunidades, infraestructura, biodiversidad y sistemas productivos, incluidos los medios de subsistencia.
Por estas razones, la adaptación al cambio climático es crucial para garantizar el desarrollo sostenible e inclusivo, la reducción de la pobreza, la producción agrícola y pesquera, la seguridad hídrica y, en definitiva, la vida tal como la conocemos. Además, se estima que, en ausencia de medidas de adaptación adecuadas, entre 2,4 y 5,8 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema en 2030.
Entre las medidas de adaptación más conocidas están la construcción de infraestructuras más seguras, sostenibles y resilientes, la conservación y restauración de bosques y ecosistemas naturales, la aplicación de solucines basadas en la naturales, la gestión de riesgos ante desastres naturales o la diversicación de cultivos.
En los últimos años, la región ha avanzado en medidas de adaptación que están dando buenos resultados y podrían replicarse a nivel global. A continuación mostramos tres de ellas:
• Conservación y restauración de humedales y barreras de manglares.
Los manglares son ecosistemas estratégicos para el desarrollo socio económico de la población costera de América Latina y el Caribe y desde el punto de vista ambiental tienen un valor incalculable. Los manglares se constituyen como barreras naturales para evitar la erosión costera, son grandes sumideros de carbono, y albergan gran variedad de especies de fauna en sus primeros momentos de desarrollo. Algunos ejemplos de esta iniciativa se encuentran en la Península de Yucatán, al sur de México, en Guayaquil, y en Trinidad y Tobago.
• Construcción de albarradas. Se trata de técnicas ancestrales de construcciones hidráulicas de tierra de distintos tamaños, que poseen muros y están formadas por cabeceras y brazos. Estos muros se sostienen por la vegetación sembrada por los comuneros. Se llenan mediante un proceso lento de acumulación de agua de lluvia o también con el agua de pqueños cauces.
Las albarradas favorecen la infiltración, de manera que su objetivo principal es recargar los acuíferos, aprovechando las pocas lluvias que caen en zonas secas. Un ejemplo de esta iniciativa se encuentra en Mocahe, Ecuador.
• Siembra y cosecha de agua. Se trata del proceso de recolección (siembra) de agua de lluvia en el subsuelo para poder recuperarla tiempo después (cosecharla). Se realiza a través de la construcción de zanjas de infiltración, qochas, conservación y recuperación de praderas, así como la forestación y reforestación. Esta práctica, además, ha asegurado la actividad agrícola en zonas donde el agua escasea, o donde ya se sienten los efectos del cambio climático.
Por su efectividad, la siembra y cosecha de agua ha sido replicada además en otros países donde desconocían esta técnica y ha sido materia de diversos estudios. Algunos ejemplos de este planteamiento se encuentran en el Lago Tota (Colombia) y Cochabamba (Bolivia).
América Latina y el Caribe en la COP28
CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- llevará a la COP28 de Dubái un pabellón inédito dedicado a los retos y oportunidades que el cambio climático presenta para los países de la región y a promover los intereses climáticos de la región y a en las negociaciones globales.
Bajo el lema “Somos Solución”, el Pabellón presentará a América Latina y el Caribe cómo una región de soluciones globales para hacer frente al cambio climático y garantizar la sostenibilidad del planeta.
Este será un espacio exclusivo donde se oirá la voz de los países de la regióny y se presentarán experiencias concretas vinculadas a los ecosistemas estratégicos, , la transición energética y el despliegue de energías renovables y la producción agroalimentaria sostenible.
El Pabellón LAC en la COP28 de Dubái, diseñado, gestionado y financiado por CAF, se convertirá en un espacio de encuentro, debate y análisis sobre las cuestiones más candentes de la acción climática en la región, y estará a disposición de las delegaciones latinoamericanas y caribeñas, medios de comunicación, ONGs, líderes comunitarios, comunidades indígenas, pueblos afrodescendientes y sociedad civil.