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Planes para el drenaje pluvial han quedado sobre el papel

Hasta el momento ninguna autoridad gubernamental ha puesto en marcha un plan real que ofrezca una solución viable a este grave problema que cada año afecta al país con consecuencias cada vez más catastróficas.

Las intensas lluvias generadas por el fenómeno atmosférico provocaron grandes daños.

Las distintas gestiones de gobierno de las últimas décadas han dejado en el papel los planes y propuestas elaboradas para dar respuesta al problema del drenaje pluvial en la ciudad de Santo Domingo, hasta esperar la situación crítica que se vive en la actualidad con las ocurrencias de lluvias intensas y repentinas ocasionadas por el cambio climático, que dejan lamentables pérdidas humanas y materiales en la población.

Desde 1969 hasta la fecha, el país ha contado con cinco propuestas: Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario y Pluvial de Santo Domingo (1969), Propuesta Técnica para un programa de Acción para el Saneamiento de la ciudad de Santo Domingo (1994), Plan Director de Drenaje Pluvial para la ciudad de Santo Domingo (1997), Plan de Saneamiento Ambiental para las Cuencas Media Baja Ozama- Isabela- Haina y el Litoral de Santo Domingo (1999), Informe Diagnóstico y Estudios Básicos para el Plan Maestro de Alcantarillados de Santo Domingo (2011) y el Informe Básico sobre Puntos Críticos y Problemática de la Contaminación en las Cuencas Media y Baja del Río Ozama e Isabela en el Gran Santo Domingo (2013).

El pasado 28 de agosto, el presidente de la República, Luis Abinader en su encuentro con representantes de los medios de comunicación “La Semanal”, anunció que, en 15 días (para el martes 12 de septiembre), el Gabinete de Construcción iba a presentar un proyecto de alcantarillado para el Gran Santo Domingo, para hacer frente a las constantes inundaciones por la carencia de un sistema de drenaje pluvial, lo que se quedó en un simple anuncio.

La realidad es que hasta el momento ninguna autoridad gubernamental ha puesto en marcha un plan real que ofrezca una solución viable a este grave problema que cada año afecta al país con consecuencias cada vez más catastróficas.

Opiniones de expertos

Para el arquitecto urbanista, Kalil Michel, estos aguaceros desnudan la “pobre gestión pública en República Dominicana sobre todo a nivel técnico”.

El experto en temas de ciudad expuso que las administraciones gubernamentales y locales han privilegiado históricamente las decisiones que les dan popularidad, y no así a la satisfacción de las necesidades técnicas que reclama cada asentamiento urbano.

Kalil Michel, arquitecto urbanista.

“No es posible que por no pagar el costo político de los votos de los mal llamados padres de familia, que puedan sentirse vulnerados porque usted lo movilice de una zona vulnerable, usted permita que en el Café de Herrera, que allá abajo en el Hoyo de Chulín, que en gran parte de la ría del Río Ozama, del Domingo Savio, se generen acentamientos”, explicó Michel.

Indicó que las aguas son recurrentes por la temporada ciclónica y por las lluvias repentinas de noviembre, lo que indica que va a continuar incrementando y empeorando la situación.

Apuntó que es peor pagar con vidas humanas el costo de la inobservancias de no tomar las decisiones técnicas que pueden prevenir esas pérdidas humanas.

Sobre las pérdida materiales dijo que no es posible seguir permitiendo que se construya en zonas de alto riesgo, pero tampoco que lugares donde el el suelo es altamente saturable por ser arcilloso, lo que dijo ha psado en varios sectores de la capital.

También señaló que no se pueden seguir validando diseños que no se correspondan con la prevención de riesgos del país por los efectos del cambio climático y su vulnerabilidad.

“Cómo es posible que sigamos aprobando en la ciudad de Santo Domingo, donde ya tenemos puntos muerto, donde sabemos que hay calles que se inundan, sigamos aprobando parqueos soterrados en las edificaciones comerciales y habitacionales, los parqueos deberían ser todos sobre el nivel de calle, arrancando de un altura minima de un metro cincuenta, y para eso debe haber una modificación de los requerimientos urbanos y de aprobación en el Ayuntamiento y el Ministerio de la Vivienda, donde se permitan estacionameinto en linderos 0”, expuso el urbanista.

Carencia

El ingeniero civil, Beldwin Farías, señaló que la ciudad de Santo Domingo carece casi en su totalidad de alcantarillados pluviales, y que las soluciones pluviales se reducen prácticamente a imbornales (abertura o sumidero) de captación superficial con pozos filtrantes, los que suelen ser sistemas económicos y eficientes en zonas con suelos permeables, como las rocas calizas, pero que presentan una gran limitante si se producen precipitaciones de gran intensidad y larga duración, porque el suelo se satura, reduciéndo su capacidad de drenaje y facilitando la acumulación del agua. 

Beldwin Farías, ingeniero civil.

Esto sin contar que son susceptibles a obstruirse por residuos sólidos arrastrados por el agua, como arenas y basura, reduciendo aún más su capacidad de drenar las aguas.

Expuso como un dato importante, que muchas veces no se toma en cuenta, la impermeabilización de la ciudad con concreto debido a las construcciones de nuevos proyectos, lo que dijo reduce los espacios de infiltración natural y aporta más escorrentías hacia las calles.

“Las autoridades deben estar bien pendientes a que las soluciones pluviales de proyectos privados no sea la escorrentía de las aguas hacia las calles en los casos en que puedan construir filtrantes dentro del área de dichos proyectos”, señaló Farías.

Error de diseño

El arquitecto urbanista Kalil Michel afirmó que el colapso del muro del paso a desnivel de la 27 Febrero se debió a un error de diseño de sus constructores.

Sugirió al Ministerio de Obras Públicas someter los muros de los pasos a desnivel a un proceso de reforzamiento con acero, para darle mayor seguridad a la estructura.

Recomendaciones

El Ing. Farías para mejorar el drenaje pluvial recomendó: Hacer un levantamiento general y plano de ubicación de todos los imbornales y pozos filtrantes de la ciudad, para detectar donde construir nuevos pozos filtrantes y aumentar la capacidad de drenaje de la ciudad. 

Agregó la necesidad de hacer un plan de limpieza y mantenimiento de todos los imbornales existentes e edentificar las zonas vulnerables a inundaciones para dar respuesta rápida durante emergencias y concientizar a la población respecto al tema.