Enfoque
La carrera por el poder y la economía
Se inicia la carrera por el poder para el período 2004-2008. Damos como un hecho que el Presidente Abinader ganará la convención de su partido en octubre.
Comenzando con el PLD, su jinete corre por primera vez en esta estelar carrera. Tiene experiencia política como Alcalde y Diputado, donde presidio la Cámara Baja.
Su ventaja es que tiene poco rechazo, realizó una buena labor como alcalde de Santiago y salió ileso del daño causado por la dirigencia de su partido, muchos de los cuales han sido sometidos a la justicia por corrupción.
Su desventaja es que siendo un buen candidato, considerando las demás opciones del PLD, se lanza en el momento más inoportuno. Además, a muchos de los dirigentes del PLD no les agrada su candidatura, desconfían de su lealtad, y están más preocupados de que los fiscales no lleguen a sus casas que por lanzarse al ruedo político.
En lo económico, Abel Martínez tiene muchas limitaciones y le falta asesoría para mejorar su discurso lleno de ambigüedades e impresiones. En vez de ser más combativo contra su peor enemigo político, Leonel Fernández, que le drena su militancia, su discurso crítico lo dirige al Gobierno.
Leonel Fernández, es docto en materia política y maneja bien los temas económicos tanto internos como internacionales. Sus críticas al Gobierno son más certeras concentrándose en el tema de la inflación, al margen de que muchas veces desvirtúa las cifras y se olvida de su pasado. Su desventaja es el amplio rechazo, que duplica al de Abel Martínez.
Y ese rechazo viene de los malos manejos de los fondos públicos durante su Gobierno, donde prevaleció la impunidad y megalomanía.
El candidato del PRM, Luis Abinader, es economista y entiende el problema del país y de su entorno externo. Ya tiene la experiencia política necesaria al gobernar por más de 3 años en los momentos más difíciles de nuestra historia, logrando con éxito superar la pandemia y las crisis desatadas por la invasión de Rusia a Ucrania.
Difícilmente comete errores cuando habla y transmite mucha seguridad y confianza cuando aborda con pasión el tema de la transparencia. Tiene un bajo rechazo, ligeramente por encima de Abel, pero una aceptación de más del 60%. Todas las encuestas lo dan como favorito en primera o segunda vuelta.
Lo importante es que prevalece mucha confianza de que estas elecciones serán tranquilas y transparentes y las decisiones económicas de las personas no serán afectadas por la incertidumbre.