Finanzas

FAO y la lucha de América Latina contra el hambre

Seguridad alimentaria. Lubetkin dijo en el caso de República Dominicana, que este país solicitó integrarse al proyecto “Mano de la Mano”, del cual forman parte 66 naciones.

Para el representante regional de la FAO, Mario Lubetkin, a diferencia de otros momentos, el sector económico oficial regional ha asumido la seguridad alimentaria como nunca.

Cándida AcostaSanto Domingo, RD

Mario Lubetkin, subdirector general y Representante Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dijo aquí que observa “señales positivas” de las autoridades de la región en la lucha contra el hambre y en lograr la seguridad alimentaria.

“Hay señales positivas”, dijo Lubetkin durante una entrevista en el Listín Diario, al afirmar que tiene la sensación de que aunque los ministros de los gobiernos no tienen la solución completa a estos problemas, hablan y se empieza a ver unificación sobre estos temas.

El Representante Regional de la FAO participa en la 28 edición de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se desarrolló durante dos días en República Dominicana con la asistencia de varios presidentes y la visita del Rey de España, su Alteza Felipe VI.

Manifestó que hay un proceso “sinergético” sobre algunos temas en los países de la región, aunque también dijo que cada “cada uno tiene que jugar su responsabilidad”. Lubetkin sale hoy de República Dominicana hacia Cuba. Dijo en el caso de República Dominicana, que este país solicitó integrarse a la iniciativa del organismo “Mano de la Mano”, del cual ya forman parte 66 naciones. “Hand in Hand (Mano de la Mano) es una iniciativa de la FAO en busca de acelerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), orientados básicamente a erradicar la pobreza y el hambre, sobre la base de no dejar a nadie atrás.

Hay riesgos

Lubetkin sostuvo que la producción alimentaria enfrenta importantes riesgos en alguna zonas, sobre todo las que importan el 85% de los fertilizantes que utilizan, y que provienen fundamentalmente de las zonas en guerra (Rusia- Ucrania); además de que entre 20 a 25 países tienen un alta dependencia de insumos como el trigo y el maíz.

Sostuvo que producto de la guerra nadie puede garantizar la producción en esos países, porque el proceso de la guerra no está claro.

Tampoco se conocen esquemas para sustituir esa dependencia, dijo, pero hay oportunidad porque en 2022 en la región ALC se registraron exportaciones de un 40 % de su producción de alimentos, generándole una ganancia neta superior a los US$170,000 millones en ingresos, y ya la región del Caribe inglés (Caricom) se plantea reducir su importación de alimentos de 100% a 25% en un corto período de años. Indicó que se trata de una decisión de los ministros de esos países, “y eso es un desafío extraordinario, un cambio sustancial en la lógica económica del Caribe”. No obstante, dijo que hay muchas preguntas sin respuesta, aunque la lógica manda a ayudar a esos países, además de ir hacia el diálogo porque la región presenta una importante dinámica entre todos los sectores, incluyendo la academia, con la innovación para reducir costos y alcanzar la transformación de los sistemas agroalimentarios.