La Unión Europea abre la puerta a flexibilizar normas sobre subsidios

Los líderes de la Unión Europea (UE) reaccionaron el jueves al enorme plan estadounidense de inversiones con pasos hacia una flexibilización de las estrictas normas del bloque sobre ayudas estatales de forma "localizada, temporal y proporcionada".

La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, deberá presentar hasta finales de marzo una propuesta legislativa que defina la simplificación normativa sobre subsidios y la distribución de la financiación existente.

En las conclusiones de la cumbre realizada en Bruselas, los líderes del bloque señalaron que "los procedimientos deben ser simplificados, ser más rápidos y más predecibles".

Al mismo tiempo, expresaron la necesidad de que la integridad del mercado único "sea mantenida".

"Ante la nueva realidad geopolítica, la UE actuará con decisión para asegurar su competitividad, su prosperidad y su papel en el escenario global a largo plazo", expresaron los líderes en las Conclusiones de la cumbre.

Se trata de una tentativa de la UE de responder a la denominada Ley sobre Reducción de la Inflación, adoptada en Estados Unidos en 2022, un monumental programa de inversiones que incluye provisiones para la aplicación de subsidios a empresas locales.

Inmediatamente tras conocerse el contenido de esa ley, la UE expresó su temor de que esos subsidios se lleven inversiones al otro lado del Atlántico y que las empresas europeas sin acceso a subsidios queden en situación de desventaja.

No obstante, diversos países europeos señalaron que era imperioso evitar una guerra generalizada de subsidios, no solo con Estados Unidos sino también entre los propios países del bloque, socavando el mercado único europeo.

Debates difíciles Las rígidas normas de la UE que vetan los subsidios ya fueron flexibilizadas como respuesta a la pandemia de coronavirus, pero varios países defienden un retorno al cuadro normativo original, y evitar la generalización de las ayudas estatales.

El temor común es que países con más poderío financiero -como Francia o Alemania- terminen por poner a sus empresas en posición ventajosa por su capacidad de adoptar subsidios.

"Sobre este tema, siempre habrá dos a favor y 25 en contra", bromeó un diplomático europeo, refiriéndose a la capacidad de Alemania y Francia para explotar reglas más laxas de la UE con mayores subsidios nacionales.

El otro debate agrio entre los líderes europeos en la cumbre del jueves estuvo centrado en la política migratoria del bloque, que ha vuelto al tope de la agenda con el fuerte aumento de las solicitudes de asilo en 2022, lo que deja bajo presión los sistemas de acogida.

Los mandatarios acordaron un endurecimiento de las normas para facilitar la expulsión hacia sus países de origen para migrantes o solicitantes de asilo no aceptados en el bloque.

Para ello, pidieron que se fortalezcan las conversaciones con países ajenos al bloque para que acepten recibir de retorno a sus connacionales que no son aceptados en el espacio de la UE.

Eso puede lograrse "intensificando la cooperación con los países de origen y tránsito mediante asociaciones mutuamente beneficiosas".

Una de las alternativas que la UE discute es restringir la concesión de visados a los países que no cooperen en repatriar a sus nacionales cuyas solicitudes fueron denegadas.

La novedad de esta discusión es el surgimiento de demandas de cercas, vallas o muros en las fronteras exteriores. Austria, además, defendió que esas barreras sean financiadas con presupuesto de la UE.

En las conclusiones de la reunión, los líderes pidieron a la Comisión Europea que movilice "fondos y medios sustanciales de la UE para ayudar a los Estados miembros a reforzar las capacidades e infraestructuras de protección de fronteras".