COLABORACIÓN
Caos en Haití: súbita brutal de precios de hidrocarburos
El Gobierno de Ariel Henry acaba de decretar su segunda alza brutal de precios de hidrocarburos durante su gestión administrativa con consecuentes protestas de las masas populares en todo el territorio haitiano, bajo las consignas de rebaja inmediata de tales cotizaciones, contra la inflación galopante de la canasta familiar de consumo de bienes y servicios básicos y la renuncia inmediata del primer ministro y su grupo gobernante.
Después de nueve meses, del 10 de diciembre de 2021 al 11 de septiembre del corriente 2022, la administración gubernamental de Henry sume a la nación haitiana otra vez en el caos nacional y popular, tras el anuncio de las altas subidas de la gasolina regular en 320 gourdes (128 %) a 570 de 250 gourdes, el gasoil en 317 gourdes (89.80 %) a 670 de 353 gourdes y el keroseno en 313 gourdes (88.92 %) a 665 de 352 gourdes, en un escenario de depresión de las actividades productivas, colapso de las finanzas públicas, paralización de las importaciones de todos los derivados de petróleo, disparo al techo tanto de la tasa cambiaria de gourdes por dólar como del índice de precios al consumo.
Se estima que el producto bruto interior bruto per cápita registre este año de 2022 la tasa de crecimiento negativa de casi 4.8 %), mientras el déficit de la balanza de bienes y servicios rompa barreras históricas -pese a las remesas y donaciones de divisas- y el ingreso laboral incrementa su incapacidad de compra de la canasta de consumo nacional.
La canasta ya sobrepasa la marcha al galope de más de 31.0 % interanual y, en efecto, genera de manera imparable aumento absoluto y relativo de hidrocarburos en Haití del 10 de diciembre 2021 a 11 de septiembre 2022 gourdes por galón y variación porcentual la propagación de la pobreza, desnutrición y desesperanza en la mayoría de la población haitiana.
El propio Gobierno admitió hace días que el déficit de las cuentas fiscales sobrepasaba 34,000 millones de gourdes tan sólo en junio de 2022, antes del término de ejercicio fiscal anual 2021-2022; suma financiada en gran medida con emisiones “inorgánicas” por el BRH por un valor de nada más y nada menos que de 30 mil 617 millones de gourdes (89.93%).).
En estas circunstancias, este instituto emisor pretende sin adecuada base nacional de producción, comercialización y labor en la República de Haití, la continuidad de un reconocimiento ficticio de una tasa oficial de cambio de 120 gourdes por un dólar, a sabiendas de que el mercado paralelo transa al día de hoy más de 150 gourdes por dólar y, todavía peor, no sé si saben que la moneda nacional gourde hace tiempo que llegó a punto de depreciación que exige pura y simplemente su irremediable sustitución por una nueva moneda de la nación haitiana.
La muestra es que el reciente ascenso de las cotizaciones de la gasolina, el gasoil (diesel) y el keroseno implicaría una subvención de más de 50 mil millones de gourdes y, por tanto, un mayor hundimiento en rojo de las cuentas internas gubernamentales, sin lograr en modo alguno la estabilización del mercado doméstico de los combustibles petroleros.
Por ejemplo, en el caso del precio nativo de la gasolina se asigna una subvención de 158 gourdes por galón, lo cual significa que el precio final real y efectivo rondaría 728 gourdes por galón; en una coyuntura en que la principal terminal de importación de hidrocarburos opera muy por debajo de 50.0% de sus niveles considerados “normales”, vale decir con atrasos reiterados de los pagos de facturas de convenios de insuficientes montantes de volúmenes importados.
No nos equivoquemos, sobre todo en esta fase de agravación de la crisis sistémica, estructural y múltiple de la República de Haití -en especial de las escaladas de la violencia y la miseria- que exige ineludiblemente una solución viable a cargo de los propios haitianos, mediante el diálogo entre las diversas fuerzas políticas, sociales y territoriales, con la necesaria cooperación de Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, América Latina, en particular República Dominicana, y el resto de las naciones del mundo.