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Enfoque

Fideicomisos y PYMES

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ANDRÉS VAN DER HORSTSanto Domingo, RD

Panamá es uno de los países donde el fi­deicomiso, tal y como lo co­nocemos en República Do­minicana, inició hace poco más de 100 años, debido a la influencia de la legisla­ción norteamericana. Fue una forma de apostar a una economía que no dependie­ra única y exclusivamente del famoso Canal de Pana­má.

Ese país se ha caracteri­zado por tener un modelo donde el fideicomiso se em­plea para el desarrollo em­presarial y financiero, más que para el desarrollo hipo­tecario e inmobiliario, co­mo ocurre en la República Dominicana. De hecho, si­guiendo ese patrón, el fi­deicomiso ha sido utilizado por muchas empresas de la región como fuente de pa­go y para el financiamiento, sin utilizar la cantidad tradi­cional de hipotecas o lo que se conoce como “pagaré so­lidario”.

De ahí la importancia de traer esta práctica al país, dado que los fideicomisos representan una forma útil para que las PYMES puedan tener financiamiento alter­nativo sin comprometer su patrimonio personal. Al ca­recer de fondos, muchas ve­ces incumplen las normas de la Superintendencia de Bancos, al intentar apegarse a los métodos tradicionales, insostenible para pequeñas y medianas empresas.

Una práctica exitosa ha sido que los flujos de pa­go o los flujos futuros, que se puedan comprometer en un fideicomiso, se utilizan como una garantía para los bancos, abriendo la oportu­nidad de acceder a financia­miento a una buena tasa y en un periodo razonable de pago, manteniendo el ne­gocio vivo- uno de los prin­cipales problemas es que muchas PYMES quiebran- preservando empleos for­males y permitiendo que el negocio crezca en el tiempo.

Según datos de la Direc­ción General de Impuestos Internos (DGII), en Amé­rica Latina el 99.5% de las empresas formales son MI­PYMES, de las cuales el 88.4% son microempresas, generando el 61% del em­pleo formal. A nivel local, al año 2020, habían inscri­tas 240,442 empresas clasi­ficadas como mipymes, es­to es el 98.7% del total de empresas inscritas. En tér­minos generales, acapa­ran un 13% de la Poblacio´n Econo´micamente Activa, según el Banco Central.

El propio gobierno del presidente Luis Abinader ha dado muestras de res­paldo sistemático al resca­te y consolidación de este sector en el cual 2.2 millo­nes de personas intervienen de una manera u otra, otor­gando empleos directos a 642 mil personas.

Abinader ha sido enfáti­co en que se trata de un teji­do empresarial y económico determinante para el país. Las Mipymes “representan el 98% del tejido empresa­rial de la República Domi­nicana, llegando a generar hasta el 50% de los empleos en nuestro país, con un aporte directo a la econo­mía de aproximadamente el 38% del PIB”, sostuvo en noviembre del año pasado.

En términos generales, una MIPYME nace con el enfoque de la superviven­cia y no como una apuesta a la capitalización de un em­prendimiento. Sumado al costo de formalización, per­manecen unos años en la oscuridad, dejando de exis­tir por no poder acceder al crédito. El fideicomiso en­focado puede ser una llave a nuevas oportunidades pa­ra ellas.

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