Informe BID propone robustecer las exportaciones y reducir ineficiencias
La invasión rusa a Ucrania, junto con el alza en las tasas de interés, probablemente reducirá el crecimiento de América Latina y el Caribe en 2022-2024, lo que pone de relieve la urgencia de adoptar políticas para impulsar un crecimiento mayor y más inclusivo en la región, señala el Informe Macroeconómico de América Latina y el Caribe 2022 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De la recuperación a la Renovación: Transformar Crisis en Oportunidad analiza los impactos de la guerra y ofrece un marco de políticas para mejorar la arquitectura laboral y fiscal de la región que complemente otros esfuerzos destinados a fortalecer sus instituciones económicas y sociales. Indica que los escenarios de crecimiento para cada uno de los países dependen de una variedad de factores, desde sus vínculos comerciales con Rusia hasta su nivel de endeudamiento.
Recomendaciones El informe recomienda robustecer las redes exportadoras mediante mejor infraestructura y logística y reforzar las instituciones que pueden promover el comercio y aportar información de utilidad para los exportadores.
Sumado a ello, indica que los responsables de la política deben asegurarse de que muchos de los acuerdos comerciales actualmente vigentes sean consistentes entre sí, y de terminar de tejer la red de pactos comerciales tanto entre países de la región como con el resto del mundo para que no queden eslabones sueltos.
En el frente fiscal, el informe considera que la guerra hará subir el índice de endeudamiento desde el 72% del ratio deuda-PIB en 2021 al 74% en 2024. En 2024, el índice de endeudamiento podría quedar en 68% para los países exportadores de materias primas y al 87% para las economías dependientes del turismo.
Reducir ineficiencias También, insta a los gobiernos a reducir las ineficiencias técnicas en el gasto, por ejemplo, por medio de equiparar los salarios públicos y privados para ocupaciones similares, reducir las fugas en las transferencias públicas mediante una mejor orientación de los fondos y optimizar las compras públicas, lo cual podría generar un ahorro anual promedio de hasta el 4.4% del PIB. Además, incluir medidas para reducir la evasión tributaria.