Economia & Negocios

Enfoque

Por una estrategia de exportaciones eficiente

Yahaira Sosa Machado. MIBSanto Domingo, RD.

Desde hace varios años nuestro país viene dando pasos concretos para posicionar sus productos en mercados extranjeros, enfocando esfuerzos en estructurar una estrategia que ayude a esos fines.

Es irrebatible que para lograrlo de manera eficiente, debemos contar con una política industrial de sectores estratégicos claramente estructurada, que involucre productos de alto valor agregado, e incluya por igual a los servicios.

El debate pendiente incluye la determinación de qué implica ser un sector estratégico, y sobre qué base se determina. Ojo, que hablar de política industrial de sectores estratégicos no implica preferir un sector sobre otro, o una industria sobre otra. Más bien implica dejar claro los criterios que se utilizarán en el análisis para identificarlos, y de este modo, enfocar en éstos un apoyo estatal diferenciado. En ese ejercicio debemos responder a la pregunta ¿qué indicadores se tomarán en cuenta para ello?

Una vez iniciado el análisis, en materia de exportaciones deben discutirse cuestiones similares: ¿cómo se determina lo estratégico de un sector? ¿qué debe lograr una empresa o prestador de servicios para considerarse estratégico? ¿se tomará en cuenta el volumen de sus exportaciones? ¿se hará la determinación de acuerdo al aporte que hace al PIB? O ¿mediremos por las empresas que encadenan en su proceso productivo o por los empleos que genera?

Igualmente relevante es determinar a quién (o quienes) le toca definir realmente cuáles son esos sectores estratégicos: ¿es al Gobierno, de acuerdo a los planes de desarrollo nacional que ha estructurado y planificado? ¿es a la empresa, de acuerdo a los aportes que hace a la economía del país y a la realidad de su quehacer económico diario, tanto en nuestro país, como en otros mercados?

Indudablemente son preguntas que no se responden solas, y que puesto que sus respuestas no son obvias, deben ser el resultado de un análisis profundo y un trabajo mancomunado entre gobierno y sector privado, y que los resultados requieren un esfuerzo constante, que no se verán en el corto plazo.

Los gremios y asociaciones empresariales que agrupan los distintos sectores deben jugar un papel preponderante, en procura del bien común.

Tenemos ejemplos de economías que han logrado superar las crisis y convertirse en potencias mundiales en sectores específicos, y conocemos sus experiencias enfocadas en constancia y disciplina. Un ejercicio arduo, pero posible y necesario.