Legisladores de EE.UU. y Europa piden investigar industria cárnica de Brasil
El presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, Bob Menéndez, un diputado británico y un europarlamentario hicieron un llamamiento ayer en Washington a investigar "las prácticas comerciales" de la empresa cárnica brasileña JBS.
En una declaración conjunta, Menéndez, el diputado británico Ian Liddell-Grainger y el presidente de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, Norbert Lins, expresaron su "creciente preocupación" por las prácticas comerciales de la empresa brasileña JBS, su matriz J&F Investimentos y sus subsidiarias en Europa y Estados Unidos.
Como consecuencia piden a sus respectivos países que "lleven a cabo investigaciones legales y coordinadas" para garantizar que "la compañía se vea obligada a operar dentro de las normas esperadas de finanzas, negocios y conducta ambiental".
Exhortan asimismo a las autoridades a "examinar las prácticas antimonopolio y anticompetitivas de JBS y (que) evalúen si los abusos de la empresa podrían dañar permanentemente las cadenas de suministro de alimentos".
Este lunes, el gobierno estadounidense de Joe Biden reveló un plan para aumentar la competencia en la industria cárnica, dominada por un puñado de grandes empresas, entre ellas JBS, a las que acusa de subir los precios a los consumidores y reducir los ingresos de los ganaderos.
La declaración de los tres legisladores afirma que durante la última década JBS participó en actividades delictivas y "se declaró culpable de 1,500 actos de soborno" en Brasil, "de violaciones en la fijación de precios antimonopolio" y de "violar la ley de prácticas corruptas en el extranjero de Estados Unidos" y pese a ello "aún no ha pagado miles de millones de dólares en multas".
Los legisladores, sorprendidos de que sus fundadores Wesley y Joesley Batista sigan siendo accionistas mayoritarios "a pesar de haber sido condenados penalmente en Brasil", acusan a la compañía de "obtener ganado de granjas que han contribuido a la deforestación".
JBS considerado el frigorífico de América Latina, está presente en 15 países con más de 400 unidades productivas en cinco continentes, según la página oficial de la compañía, en la que afirma llevar a cabo distintos programas para desarrollar modelos de producción sostenible y proteger y restaurar los bosques.