China y Estados Unidos: una lucha económica
La retirada de Estados Unidos de Afganistán, tras los acuerdos con los líderes del Taliban el año pasado, es considerada una humillante derrota militar como la ocurrida en Vietnam, por el desgaste sufrido en este inhóspito país de Asia Central durante dos décadas de intervención.
Sin embargo, además del desgaste, en la retirada militar también influyó el cambio de los intereses geopolíticos de Estados Unidos en los últimos años.
Esa realidad se refleja en la más reciente Estrategia de Seguridad Nacional elaborada por la administración de Donald Trump en el 2017, la cual señala que "China y Rusia son potencias revisionistas que desafían el poder, la influencia y los intereses de EEUU, intentando erosionar su prosperidad y su seguridad".
En ese sentido, se evidencia que los esfuerzos y las estrategias de Estados Unidos ahora se centran en frenar el ascenso de China, por lo que la lucha contra el terrorismo pasa a un segundo plano.
Así lo explica el politólogo y catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Juan González, quien afirma que, en estos momentos, la principal preocupación de Estados Unidos es que China tome por la fuerza, en un futuro cercano, la isla de Taiwán.
“Razón por la cual está concentrado sus tropas y recursos en Asia Pacífico y en el Índico, a fin de disuadir al gigante asiático”, expresa.
A través de un comunicado, González dice que, en ese sentido, China considera a Taiwán como una provincia rebelde, y la reclama como parte inalienable de su territorio.
Además, señala que como el Medio Oriente y Asia Central poseen las principales reservas de estos combustibles fósiles era estratégico mantener el control y la estabilidad de estas dos regiones.
Pero hoy, expresa, Estados Unidos se ha convertido en un importante productor de gas y petróleo de esquisto debido la revolución del fracking, lo que le ha permitido reducir drásticamente su dependencia energética del exterior, pasando en los últimos 20 años de importador neto de crudo a exportador, siendo China y Corea del Sur, sus principales mercados.
En cambio, ahora China necesita los importantes recursos energéticos del Medio Oriente y Asia Central para satisfacer la demanda de su pujante sector industrial. A esto se agrega, el gran proyecto geoeconómico del gigante asiático, el Cinturón y la Ruta de la Seda, que depende en gran medida de Asia Central para su consecución por la vía terrestre.
González resaltó que China también tiene planes de explotar los minerales de Afganistán, en especial el cobre.