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Quedarse sin empleo debido a la pandemia llevó Francis Gratereaux a materializar el proyecto de sus sueños

Francis Gratereaux, segundo de la izquierda, junto a su esposa y otros miembros del proyecto.

Francis Gratereaux, segundo de la izquierda, junto a su esposa y otros miembros del proyecto.

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Lilian TejedaSanto Domingo, RD

Francis Gratereaux es una de las miles de personas que el año pasado perdieron su empleo en República Dominicana a consecuencia de la crisis económica ocasionada por pandemia del nuevo coronavirus.

Su despido lo tomó por sorpresa. Nunca imaginó que la empresa en la que había trabajado durante 17 años prescindiría de sus servicios en es momento. Cuenta que estuvo al borde de la desesperación.

“Cuando me quedé sin empleo mi esposa y yo no sabíamos qué hacer porque eso me llegó de sorpresa, no lo estaba esperando”, relata.

Un día conversando con su esposa en medio de esa situación difícil y pensando en alternativas se dio cuenta de que quizá esta era una oportunidad para materializar un sueño que había tenido por muchos años.

Gratereaux nació en Constanza, un municipio de la provincia de La Vega caracterizado por su gran potencial de producción agrícola. Allí desde durante su niñez estuvo muy vinculado al cultivo de café.

“Desde pequeño soy amante del café, siempre he tenido una conexión muy especial con el café”, afirma.

Esa conexión se afianzó aún más cuando entró a trabajar a la empresa en la que trabajaba, que pertenece a la industria de alimentos y tiene una marca de café. Gratereaux cuenta que en la compañía aprendió mucho sobre este producto.

Relata que por cuestiones de trabajo vivió en Costa Rica por cinco años donde el patio de la casa estaba sembrado de café y ahí pudo conocer mucho más de cerca todo el proceso de cultivo de esta planta.

“Todo eso fue creando en mi como una conexión especial del café”, expresa.

Su sueño hecho realidad

Fue esa larga trayectoria de vinculación con el café que en agosto del 2020 llevó a Gratereaux a crear junto a su familia y amigos Café Constanza, un producto inspirado en sus raíces que define como innovador.

El nombre del producto rinde honor a su pueblo porque se cultiva en sus montañas y en el proceso de producción participa principalmente gente de la zona.

Gratereaux cuenta con orgullo que con su emprendimiento ha logrado dar empleo a algunos allegados que como él también perdieron su trabajo. Dice que hasta ahora beneficia de manera directa e indirecta a cerca de 60 personas.

Sacrificio

Gratereaux cuenta que materializar este proyecto no ha sido fácil y que le ha conllevado muchos sacrificios. Pero asegura que aunque hay quienes han intentado desanimarlo está decidido a seguir adelante y su meta es que Café Constanza esté en todos los comercios del país y se convierta en uno de los cafés preferidos por los consumidores.

“Este proyecto nos llevó a sacrificar algunas cosas materiales, tuve que vender mi vehículo para continuar con el proyecto, pero está hecho con mucho amor, pasión y así mismo serán los resultados”, expresa con convicción.

Producción y comercialización

Gratereaux indica que actualmente producen alrededor de 10,000 libras de café 100% arábica al mes y que pronto esperan triplicar esa cantidad. El producto ya está disponible en establecimientos de Santo Domingo, Santiago, Constanza y luego se seguirán expandiendo a otros puntos del país.