Confianza en la deuda pública: cosechando lo sembrado

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Alexandra IzquierdoSanto Domingo, RD.

A partir de un reciente informe publicado por el Banco Central de la República Dominicana, se reconoce que en 2020, la deuda pública consolidada habría alcanzado alrededor de US$53,000 millones, 69.2% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa un incremento de 18.7 puntos porcentuales cuando se le compara con el nivel reportado en 2019, confirmando que para reducir el nivel del indicador deuda/PIB es imperativo continuar alentando la recuperación de la actividad productiva.

Conforme a las cifras oficiales, a marzo de 2021 el país reportó adeudos en el exterior por un valor de US$33,446.2 millones, en tanto que en el entorno local los pasivos acumulados sumaron US$25,427.1 millones en el mismo periodo, lo que significa que para honrar los compromisos contraídos, el Gobierno deberá destinar casi un tercio de los ingresos tributarios para abonar el pago de los intereses de la deuda.

De acuerdo a la calificadora de riesgo Fitch Ratings, el nivel de endeudamiento ejerce presión sobre las finanzas públicas las cuales se han visto tensionadas por los gastos extraordinarios asignados para la atención de la pandemia.

Destaca como elementos a tener en cuenta la carga de la deuda que se ubica en el 27.9% de los ingresos previstos para 2021, y advierte que las reformas del sector eléctrico y la actualización del actual esquema tributario son necesarias para estabilizar la relación deuda pública/PIB.

En marzo del presente año, la firma señaló “...la calificación de incumplimiento de emisor en moneda extranjera (IDR) de largo plazo de República Dominicana es ‘BB-’ con perspectiva negativa”.

No obstante, para la calificadora Moody’s la República Dominicana muestra baja susceptibilidad a los riesgos, y afirma que los niveles de vulnerabilidad ante eventos externos y la posible falta de liquidez fiscal se mantienen bajo control.

Por esta razón, reitera la calificación de Ba3 a la deuda, y anticipa un pronóstico optimista sobre el futuro de la economía, ubicando la tasa de crecimiento interanual del PIB en 6% para 2021. Según Moody’s, dicha calificación representa un adecuado balance de riesgos para el perfil crediticio de la República Dominicana.

La firma sostiene que el déficit de cuenta corriente está “totalmente financiado”, señalando que las reservas de dólares acumuladas -US$12,000 millones, según el BCRD- son suficientes para honrar los compromisos asumidos para el vencimiento de deuda, y sugiere que el historial crediticio forjado por el buen desempeño de la economía, y el estado de situación de las cuentas públicas en los gobiernos anteriores, le confieren al país un acceso privilegiado a los mercados de crédito en caso de que vuelvan a presentarse turbulencias en el entorno financiero. Se confirma la resiliencia de la economía dominicana.

Qué duda cabe que su capacidad de recuperación está asociada a los fundamentos macroeconómicos consolidados en el pasado reciente, así como a la credibilidad ganada ante los agentes económicos internos y externos.

Debemos sentirnos orgullosos de que en épocas de vacas flacas el país se beneficie de lo que con tanto esfuerzo y dedicación sembramos en periodos de bonanza. La buena reputación de la economía dominicana garantiza que, en caso de que resurjan nubarrones en el horizonte, las puertas de los mercados internacionales estarán abiertas para apoyarnos.