Economia & Negocios

Rompan todo: La transformación de finanzas

Johnny Tavarezaldia@deloitte.com

Durante más de un año, los directores financieros han tenido que lidiar con mayores demandas y responsabilidades debido a la pandemia de COVID-19. Estos nuevos deberes incluyen los esfuerzos de transformación que se han tenido que llevar a cabo, tanto para sobrevivir a la pandemia, como para capitalizar las oportunidades en la era post COVID-19.

Las transformaciones son riesgosas, esto debido a una serie de razones, pero quizás la principal causa es que, generalmente, se realizan con información imperfecta e incompleta, lo que puede llevar al fracaso.

Con el evento inesperado de la pandemia los líderes financieros no tuvieron más remedio que comenzar y/o acelerar, los esfuerzos de transformación, virtualizando procesos, reforzando redes y sistemas y / o entregando nuevas configuraciones de servicios de productos.

En muchos casos estos esfuerzos de transformación se tuvieron que llevar acabo sin contar con la información necesaria para tomar decisiones informadas y sin tener una clara línea de tiempo de cuándo volverá la “normalidad”.

Por lo tanto, es importante que los directores financieros den un paso atrás y revisen nuevamente su evaluación de riesgos, la cual, además de contener los riesgos propios de las operaciones de la entidad, deberá considerar riesgos y controles a partir de la virtualización de los procesos, así como, los nuevos tipos de riesgo que podrían amenazar la transformación incluso después de que esta se haya “completado”.

Es bien conocido que la crisis de COVID-19 acortó drásticamente los plazos para proporcionar información crítica para la toma de decisiones por parte de la administración, por lo cual, es de suma importancia que el departamento de finanzas pueda proveer información confiable sobre métricas críticas y generadores de valor del negocio casi en tiempo real.

Con la paulatina apertura de los mercados y las diferentes medidas gubernamentales realizadas por los gobiernos de las diferentes zonas geográficas para incentivar sus economías, es importante que los líderes de las organizaciones se mantenga alertas y comprendan que el proceso de transformación no ha terminado y que no habrá un retorno al statu quo. La meta de las organizaciones es seguir moviéndose, casi tan rápido como el virus y parte del reto es estar preparados para capitalizar las oportunidades posteriores a la pandemia.