FMI estudia posibles “perturbaciones” en el mercado inmobiliario
Los analistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) mostraron sus preocupaciones respecto al impacto negativo de la pandemia en la demanda de propiedades inmobiliarias, lo que indican podría trastornar el mercado inmobiliario comercial y poner en peligro la estabilidad financiera.
En un avance del Informe de Estabilidad Financiera Global, que presentará el FMI en abril, refieren que la crisis causada por la COVID-19 ha asestado un duro golpe al sector de los inmuebles comerciales y que los daños en los segmentos minoristas de oficina y hotelería podrían ser permanentes.
Destacan que los precios y las transacciones internacionales de bienes raíces comerciales sufrieron una caída en 2020, cuando las medidas de contención adoptadas en respuesta a la pandemia afectaron profundamente a la actividad económica.
En un resumen del capítulo tres del informe sobre “Los riesgos para la estabilidad financiera durante y después de la crisis de la COVID-19”, los analistas expresan que los choques adversos en los precios de los bienes raíces comerciales perjudican la capacidad crediticia de los prestatarios de este mercado y la solvencia de los prestamistas, y reducen la inversión del sector de empresas no financieras.
Refieren que aunque la senda de recuperación del sector dependerá de los cambios estructurales provocados por la pandemia, en la coyuntura actual aún está justificada la continuación de la política de apoyo para mantener condiciones financieras laxas, preservar el flujo de crédito al sector empresarial no financiero y estimular la demanda agregada para facilitar la reactivación del sector.
Además, sugieren desplegar sin demora herramientas macroprudenciales focalizadas para enfrentar estas vulnerabilidades. Apuntan que en los casos en que las grandes entradas de capitales en el sector planteen riesgos para la estabilidad financiera, se podrían emplear medidas de gestión de flujos de capitales bajo circunstancias específicas.
Sostienen que los esfuerzos también deberían enfocarse en ampliar el alcance de la política macroprudencial para abarcar las instituciones financieras no bancarias, que son importantes intermediarios en los mercados de financiamiento de los bienes raíces comerciales y considerar el uso de pruebas de tensión para informar la toma de decisiones sobre la idoneidad de los colchones de capital para las exposiciones a inmuebles comerciales.