Informe destaca que el COVID-19 está haciendo que aumenten las disparidades y la fragmentación social
El Informe de Riesgos Globales 2021 indica que la pandemia en los próximos amenazará la economía y debilitará la estabilidad geopolítica
Durante los últimos 15 años, el Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial, elaborado en colaboración con Marsh McLennan, llevaba advirtiendo al mundo sobre los peligros de las pandemias.
El último informe ahora destaca que la pandemia del COVID-19 no solo se ha cobrado millones de vidas, sino que también ha ampliado las disparidades sanitarias, económicas y digitales que ya eran patentes desde hace tiempo.
“Miles de millones de cuidadores, trabajadores y estudiantes, sobre todo aquellas minorías que estaban en una situación menos ventajosa antes de la pandemia se exponen ahora al riesgo de perder las vías hacia nuevas sociedades más justas que la recuperación podría hacer plausibles”, destaca la investigación del Foro Económico Mundial.
De acuerdo con esta publicación, los acontecimientos actuales pueden ser un mayor impedimento para la cooperación mundial que se hace tan necesaria para hacer frente a los desafíos a largo plazo, como la degradación del medio ambiente. La directora general del Foro Económico Mundial, Saadia Zahidi, expresa que en 2020, el riesgo de sufrir una pandemia mundial se hizo realidad, algo que este informe ha puesto de manifiesto desde 2006. Para ella, a medida que los gobiernos, las empresas y las sociedades empiezan a salir de la pandemia, deben dar forma desde ahora y con urgencia a nuevos sistemas económicos y sociales que mejoren nuestra capacidad de resiliencia colectiva y de respuesta ante eventos perturbadores, al mismo tiempo que reducen la desigualdad, mejoran la salud y protegen el planeta. Como parte de los principales riesgos que señala el informe, el estudio destaca los desafíos con relación al acceso a la tecnología y a las aptitudes digitales y la mayor brecha entre los "ricos" y los "pobres", poniendo en peligro la cohesión social.
Claramente, esto afectará especialmente a los jóvenes de todo el mundo, ya que este grupo se enfrenta a su segunda crisis mundial en una generación y podrían perder por completo las oportunidades en la próxima década, manifiesta la investigación.
Otras conclusiones Las presiones financieras, digitales y de reputación resultantes de la COVID-19 también amenazan con dejar atrás a muchas empresas y a sus trabajadores en los mercados del futuro. Una vez más, los riesgos ambientales son los dominantes en términos de impacto y probabilidad, de cara a la próxima década. Las fracturas sociales, la incertidumbre y la ansiedad harán más difícil lograr la coordinación necesaria para hacer frente a la continua degradación del planeta. Por primera vez, el informe también clasifica los riesgos en función del momento en el que los encuestados perciben que estos supondrán una amenaza crítica para el mundo. Los peligros patentes y presentes (de cero a dos años) ponen de manifiesto la preocupación por la vida y los medios de vida, y entre ellos se cuentan las enfermedades infecciosas, las crisis de empleo, la desigualdad digital y la desilusión de la juventud.
“A medio plazo (de tres a cinco años), los encuestados creen que el mundo se verá amenazado por los riesgos económicos y tecnológicos con cierta repercusión, y que pueden tardar varios años en materializarse, como el estallido de burbujas de activos, el derrumbe de las infraestructuras de la tecnología de la información, la inestabilidad de los precios y las crisis de la deuda”, señala el estudio.
Las amenazas existenciales (de cinco a diez años), donde se incluyen las armas de destrucción masiva, el derrumbe del Estado, la pérdida de biodiversidad y los avances tecnológicos adversos son aquellas que dominan las preocupaciones a largo plazo. Caso República Dominicana
Enrique Valdez, CEO de MARSH Franco & Acra destacó que las conclusiones del informe se hacen mucho más presentes luego de la aparición de la COVID-19 y son indicadores de que las sociedades y las empresas deben reconocer la necesidad de anticiparse a todo tipo de riesgo, sobre todo, a aquellos que se han mantenido en el tiempo y los que se han intensificado producto de la pandemia.
“En escenarios como República Dominicana, es sumamente importante poder tener una visión global y holística de los riesgos que se plantean en el Informe de Riesgos Globales 2021, donde fueron consultadas empresas locales de distintos sectores, para prevenirlos y gestionarlos a corto y largo plazo, con el propósito de disminuir su impacto”, aseguró Valdez.