La tecnología como aliado pragmático en tiempos de incertidumbre
Hace un siglo, el mundo entero vivió una situación muy similar con la “gripe española”. La gente vivía distanciada, con mascarilla, sufriendo varias olas de contaminación. Pero esta vez hubo una gran diferencia: la tecnología nos ayudó a seguir viviendo, para el trabajo, el comercio, la educación, la salud o el entretenimiento.
Deloitte acaba de publicar su estudio anual de tendencias TMT, confirmando la gran transformación digital que aceleró la pandemia. La infraestructura seguirá siendo centro de atención, con innovaciones como el RAN (Red de acceso de radio) que permite a los operadores de telecomunicaciones mutualizar parte de sus instalaciones, ahorrando costos y abriendo el camino para las redes 5G.
La computación en la nube confirmó ser el mejor aliado de las organizaciones: Enfocadas en el corazón de su negocio, aprovechan aplicaciones del más alto estándar según sus necesidades, sin tener que preocuparse por inversión, actualizaciones o mantenimiento. Deloitte evalúa que a partir del 2021 los ingresos de los servicios en la nube crecerán más de 30% anualmente hasta el 2025. El análisis de datos, crítico para la toma de decisión, se desarrollará a través de la “inteligencia de la periferia”, que consiste en dotar sensores y dispositivos conectados a la red de una capacidad de generar y procesar datos localmente. El 70% de las empresas lidiarían con esta tecnología en el 2021.
En las casas, iremos mejorando la calidad de las imágenes con televisores 8K, así como la experiencia del entretenimiento o del aprendizaje gracias a la realidad virtual. Las citas médicas se seguirán manejando cada vez más de forma remota, optimizando tiempo y recursos.
Para navegar mejor en tiempos de incertidumbre, tenemos a mano una amplia caja de herramientas digitales. Nuestro rol es irlas aprovechando, de forma ágil y colaborativa.