Antonio Taveras dice sector empresarial debe entender que el Senado no es una oficina del Conep ni de la AIRD
El senador de la provincia Santo Domingo, Antonio Taveras Guzmán, manifestó que el sector empresarial “encabezado por Circe Almánzar y su lobbismo” debe entender que el Senado de la República no es una oficina de la Asociación de Industrias (AIRD) ni del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep).
El empresario y legislador, durante el debate sobre el alcance de la Ley 28-01 sobre desarrollo e Incentivos Fronterizos y a propósito de una intervención del senador Dionis Sánchez de la Comisión de Industria y Comercio, señaló como una “aberración” que se quiere “imponer” que las empresas establecidas en la zona fronteriza solo puedan vender sus productos en esa zona.
“Eso es inconstitucional, una aberración y con eso se quiere lograr sacar del mercado algunas empresas que están creando muchos empleos en esa zona y también se quieren mantener monopolios y la concentración en nuestra economía de parte de dos o tres grupos económicos”, expresó Taveras.
El senador Dionis Sánchez manifestó en el sector empresarial no entiende la situación que se vive en las provincias fronterizas y se imagina el problema social que se crea cuando un joven abandona por necesidad su provincia y viene a crear los cordones de miseria en la capital.
“Es que lo empresarios no han tomado conciencia de lo que significa esto para este país. Aquí siempre se ha hablado de la corrupción de los políticos, pero llegará el momento que tendremos que hablar también de la corrupción y de los corruptores empresarios que son los que llevan a los oídos de los políticos propuestas indecentes”, indicó visiblemente molesto el legislador por la provincia Pedernales.
El senador por Pedernales criticó una iniciativa aprobada en la Cámara de Diputados respecto a la Ley de Desarrollo e Incentivo Fronterizo, en la cual dijo se quiere limitar su ámbito de beneficios a las provincias de la frontera con Haití.
“De que sirve que esta Ley se aprueben incentivos si solamente los empresarios (…) van a poder vender sus productos en las provincias fronterizas y cuestionó “quién diablo les va a comprar en las provincias fronterizas”, expuso enfáticamente.