El dinero que los trabajadores migrantes envían a sus hogares disminuirá un 14 % en 2021; en el Caribe se prevé una caída de 8%
El costo de enviar dinero hacia Haití y República Dominicana supera el 8%.
La cantidad de dinero que los trabajadores migrantes envían a sus hogares disminuirá un 14 % en 2021 con respecto a los niveles de 2019, según las últimas estimaciones publicadas en la reseña sobre migración y desarrollo del Banco Mundial.
Esto sucederá a medida que siga propagándose la pandemia de la COVID-19 (coronavirus) y continúe agravándose la crisis económica, señala un comunicado del organismo.
Se proyecta que los flujos de remesas hacia los países de ingreso mediano bajo se reduzcan en un 7%, hasta ubicarse en los US$508, 000 millones en 2020, y que posteriormente sufran una reducción del 7.5 %, llegando a los US$470,000 millones en 2021.
En todas las regiones se registrarán disminuciones en 2020 y 2021, y se espera que la caída más pronunciada se producirá en Europa y Asia central (16% y 8%, respectivamente), seguida de Asia oriental y el Pacífico (11 % y 4 %), Oriente Medio y Norte de África (8 % y 8 %), África al sur del Sahara (9 % y 6 %), Asia meridional (4 % y 11 %) y América Latina y el Caribe (0.2 % y 8 %).
Se prevé que en este 2020 los flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe sean de aproximadamente US$96,000 millones, lo que representa un descenso de 0.2 % con respecto al año anterior
El informe refiere, no obstante, que las remesas hacia Colombia, El Salvador y República Dominicana registraron un crecimiento interanual positivo entre los meses de junio y septiembre, tras haber caído bruscamente en abril y mayo.
Indica que los flujos hacia México, el principal receptor de la región, se mantuvieron en parte porque los migrantes trabajaban en servicios esenciales en Estados Unidos y porque aquellos que reunían los requisitos se podían beneficiar además de los programas de estímulo implementados en dicho país.
Factores que influyen en la disminución
Entre los principales factores que influyen en la disminución de las remesas figuran el escaso crecimiento económico y los bajos niveles de empleo en los países que reciben migrantes, la debilidad de los precios del petróleo y la depreciación, con respecto al dólar estadounidense, de las monedas de los países de origen de las remesas.
“Los efectos de la COVID-19 son de gran alcance si se consideran desde el punto de vista de la migración, ya que afectan tanto a los migrantes como a sus familias, que dependen de las remesas”, afirmó Mamta Murthi, vicepresidente de Desarrollo Humano y presidente del Grupo Directivo sobre Migración del Banco Mundial.
El principal autor de la reseña y director de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD), Dilip Ratha, señaló que los migrantes están sufriendo mayores riesgos de salud y desempleo durante esta crisis.
“Los factores fundamentales que impulsan el flujo de las remesas son frágiles y este no es el momento de desviar nuestra atención de los riesgos que pueden empeorar la situación de estas remesas vitales”, advirtió.
Costo de envío
El informe indica que el costo mundial promedio que supone el envío de US$200 fue de 6.8 % en el tercer trimestre de 2020, en gran medida sin cambios desde el primer trimestre de 2019. Señala que esto representa más del doble del 3 %, la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que debe lograrse antes de 2030.
Señala que en América Latina y el Caribe que el costo promedio de enviar USD200 a la región aumentó ligeramente al 5.8 % en el tercer trimestre de 2020.
Refiere que en muchos corredores de remesas más cortos, los costos siguen siendo elevados y cita como ejemplo que el costo de enviar dinero hacia Haití y República Dominicana supera el 8 %.
El costo más bajo se registró en Asia meridional (5 %) y el más alto en África al sur del Sahara (8.5 %).
Canales de envío
Los bancos son el canal más caro para enviar remesas (con un promedio del 10.9 %), seguidos por las oficinas de correos (8.6 %), los operadores de transferencias de dinero (5.8 %) y los operadores móviles (2.8 %).
Explica que a pesar de ser los más baratos, los operadores móviles y de transferencias de dinero se enfrentan a obstáculos cada vez mayores a medida que los bancos cierran sus cuentas para reducir el riesgo de incumplimiento de las normas de lucha contra el lavado de dinero (ALD) y el financiamiento del terrorismo (LFT).
Por eso el organismo sugiere que para que estos canales permanezcan abiertos, especialmente para los migrantes de bajos ingresos, las normas de ALD y de LFT podrían simplificarse temporalmente para las remesas de pequeña cuantía.
Además, propone el fortalecimiento de las reglamentaciones sobre dinero móvil y los sistemas de identidad, lo cual mejorará la transparencia de las transacciones. Agrega que para facilitar las remesas digitales sería necesario que tanto los proveedores de servicios de remesas móviles como los remitentes y los receptores dispusieran de mejor acceso a las cuentas bancarias.