Centroamérica debe endeudarse y bajar evasión para afrontar crisis por COVID
El Producto Interior Bruto (PIB) de la región caerá en 26,000 millones de dólares
Centroamérica afronta una contracción económica "severa" como consecuencia del coronavirus, crisis que los países deben afrontar con endeudamiento público, combatir la informalidad laboral y reducir la evasión y elusión tributaria, alertaron este jueves expertos en un foro en Honduras.
El foro virtual "Impacto Económico y Social de COVID-19: desafíos futuros para Centroamérica y República Dominicana", fue inagurado por el presidente del BCIE, Dante Mossi, y contó con la participación de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, y el titular de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), Melvin Redondo, entre otros.
La pandemia de COVID-19 "no tiene paralelo desde la gran depresión en 1930", destacó Mossi, quien dijo que el segundo semestre será "muy duro" para la economía de Centroamérica. El parón de la actividad económica está generando "mucha pobreza, desempleo" lo que supone que muchas personas perderán la "habilidad de sustentar a sus familias sin un apoyo público para lograr alimentar a sus seres queridos", explicó. El comercio internacional, del que Centroamérica depende "mucho", también ha sufrido una contracción del 20 %, mientras el turismo mundial ha caído casi el 60 %, lo que afecta "severamente" muchos países miembros del BCIE, enfatizó. "SEVERA" RECESIÓN La respuesta de la región a la COVID-19 plantea desafíos, por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha abogado porque los países busquen financiamiento externo para estimular las economías debido a la "severa recesión", señaló el alto ejecutivo del BCIE. Las calificaciones de riesgo han comenzado a "deteriorarse" en todos los países por la caída de ingresos fiscales, aseguró Mossi, quien recordó que en marzo pasado el BCIE puso en marcha un Plan de Contingencia por 1.960 millones de dólares para mitigar el impacto por la pandemia en la región. La entidad regional también donó 182,000 kits de extracción, que fueron comprados a Corea del Sur, necesarios para diagnosticar el coronavirus en los países de la región. Según proyecciones, añadió, la contracción económica en el segundo semestre de 2020 será "muy severa" debido a que muchas personas se han quedado sin empleo, por lo que los países deben "actuar". El Producto Interior Bruto (PIB) de la región caerá en 26,000 millones de dólares, lo que equivale al PIB total de El Salvador y Honduras y dos veces el del Nicaragua, señaló Mossi. Ante este panorama, la región necesita endeudarse y redoblar esfuerzos para intensificar el comercio regional, para mitigar el impacto por la COVID-19, aseguró el presidente del BCIE, que dijo que la población debe aprender a "vivir" con la enfermedad como parte de la "nueva normalidad". "Será necesario tomar más deuda, pero de una manera que sea sostenible para que nuestros países no caigan otra en problemas de incapacidad de pago del servicio de la deuda", apostilló. DESARROLLO SOSTENIBLE Eliminar la evasión y elusión tributaria, así como evaluar y reorientar los gastos tributarios existentes, son algunos de los principales desafíos de la región para financiar el desarrollo sostenible, dijo la secretaria ejecutiva de la Cepal. Los países también requieren generar las bases para fortalecer la recaudación tributaria de forma progresiva y promover una tasa impositiva fija a las empresas multinacionales, añadió. La crisis del coronavirus va a incrementar la pobreza y generará una fase desfavorable en Centroamérica, por lo que Bárcena ve necesario que la región haga un esfuerzo para avanzar hacia la "integración regional" impulsada desde 1986. Centroamérica, donde más de la mitad de sus casi 50 millones de habitantes viven en la pobreza, requiere además un "nuevo pacto social y fiscal", para alcanzar una estado de bienestar para sus poblaciones, destacó. "La pandemia nos demostró que nuestra infraestructura de la vida está en problemas, la estructura de la salud, la nutrición, la educación están en problemas, por lo tanto, necesitamos invertir en ello, de lo contrario no habrá reactivación con sostenibilidad", explicó. Los países deben atender la emergencia sanitaria, pero también implementar una estrategia futura que contribuya a "superar nuestras debilidades estructurales de las economías y sociedades", enfatizó Bárcena. La Cepal propone otorgar un ingreso básico de emergencia por seis meses a la población pobre y, un bono contra el hambre a las personas en pobreza extrema y ampliar los plazos y los periodos de gracia de los créditos de pequeñas y medianas empresas, así como un subsidio para las microempresas, especialmente de alimentos. Los contagios confirmados de la enfermedad en Centroamérica y República Dominicana suman 348,050 y las muertes 8,501, de acuerdo con las cifras oficiales de los países. PERSPECTIVAS POCO HALAGADORAS Las perspectivas económicas de la región "no son halagadoras" debido a que el impacto de la pandemia en el mundo "ya se siente y está dimensionado con un nivel de incertidumbre muy alto", dijo, por su parte, el titular de la Sieca. La vuelta a la actividad económica y las condiciones previas a la pandemia "no será sencilla" y requerirá cambios estructurales, que implican un "altísimo nivel de compromiso político" de los tomadores de decisiones y la sociedad, para retomar la senda de crecimiento "sostenible en el tiempo", enfatizó. En su opinión, la región también necesita replantear las políticas públicas, realizar un reforzamiento de los esquemas de cooperación, mejorar los esquemas de coordinación y encaminarse a un nuevo pacto mundial para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, de la ONU. "Los motores de crecimiento vamos a tener que identificarlos de una forma muy clara para poder resolver, retomar la senda de crecimiento y retornar a la normalidad a la que aspiramos volver en algún momento", explicó Redondo. El titular de la Sieca alertó de una "profundización del impacto económico" en la región debido a la COVID-19, algo no visto desde la Gran Depresión de los años 30, lo que supone una "señal de alarma fuerte". La región experimenta una "tendencia a atender la situación económica del coronavirus desde una visión estrictamente nacional", destacó el titular de la Sieca.