Economia & Negocios

¿Qué tan grande es el Estado dominicano?

José Lois MalkúnSanto Domingo, RD

Para comenzar es más grande que el de Costa Rica, El Salvador, Cuba, Panamá, Puerto Rico, Nicaragua, Honduras y Guatemala. También es más grande que el de Chile.

Tenemos 366 instituciones estatales centralizadas y descentralizadas muchas duplicadas, otras hasta quintuplicadas y decenas inactivas. Estas instituciones cuentan con más de 550,000 empleados, (sin pensionados ni empleados municipales). Somos el tercer país de toda Latinoamérica con más empleados por cada 100,000 habitantes. Por ejemplo, en atención a la niñez hay cinco instituciones, en la agropecuaria 11, en aeronáutica tres, en el área social 13 y en infraestructura dos.

También hay siete en el sector eléctrico con tres distribuidoras (EDES), en vivienda dos y varios proyectos públicos que se manejan independientes, como la Barquita y la ciudad Juan Bosch. En agua hay siete instituciones, en salud seis y en educación otras cinco. Es una telaraña de instituciones estatales que nadie puede descifrar y quizás nadie sepa el número exacto. Además, hay 250 secretarios sin cartera, subsecretarios y asesores presidenciales y decenas de Consejos cuyos miembros pueden ganar más de RD$250,000 mensuales por asistir a una o dos reuniones al mes.

Reformar al Estado para dimensionarlo como Dios manda implicaría reducir a la mitad el número de empleados. Pero eso es imposible y por muchos años viviremos con esa pesada carga presupuestaria. Recuerdo que, siendo secretario de Finanzas en el 2002, y con 230,000 empleados en nómina, dije que con la mitad de ellos el Gobierno funcionaria perfectamente, lo que me convirtió en el delincuente más buscado del país.

Definitivamente, el costo del Estado dominicano es insostenible. Por ello, iniciar una reforma, aunque sea modesta, eliminando varias instituciones y fusionando otras, es mucho más importante a que nos obliguen a entrar un programa de ajuste macroeconómico que despojaría de sus empleos a 150,000 personas para mejorar las cuentas fiscales y evitar una suspensión en el pago de la deuda. Sería catastrófico. Y en eso el presidente electo ha sido extremadamente cuidadoso, centrando su atención reformadora en aquellas instituciones que son las más corruptas del tren gubernamental y que la mayoría del pueblo quiere ver eliminadas. Un pequeño paso, pero un gran salto.

SIN REFORMA

150,000 sin empleos

Institucional

El costo del Estado dominicano es insostenible. Por ello, iniciar una reforma, aunque sea modesta, eliminando varias instituciones y fusionando otras, es mucho más importante a que nos obliguen a entrar un programa de ajuste macroeconómico que despojaría de sus empleos a 150,000 personas.

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