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D’Clase Shoes se reinventa para conservar miles de empleos

En la empresa, ubicada en el municipio Esperanza, hay 3,000 empleados de forma directa. ONELIO DOMÍNGUEZ./LISTÍN DIARIO

ONELIO DOMÍNGUEZEsperanza, Valverde, RD

Pese a la crisis generada por la pausa laboral, producto del impacto del coronavirus COVID-19, una industria de zona franca del muni­cipio Esperanza, de la pro­vincia Valverde, optó por reinventar su producción para mantener los puestos de trabajos de miles de per­sonas de localidades cerca­nas con un alto nivel de po­breza en la Línea Noroeste. Se trata de D’Clase Shoes, considerada una de las más grandes industrias de fabri­cación de calzados para la exportación en el Cibao.

Con la entrada de la pan­demia del COVID-19 al país, la industria se ha visto en la necesidad de cambiar rápidamente su producción para conservar los empleos.

La reapertura Desde hace dos semanas se han iniciado los pasos para la reapertura de las operacio­nes de manera gradual, en vista de que tras el confina­miento, la producción bajó casi un 75%, lo que llevó a la gerencia de la empresa, pre­sidida por José Miguel Clase, a sustituir la producción nor­mal, por mascarillas y otros utensilios de protección.

Repestar medidas Clase entiende que se deben respetar las medidas adop­tadas por el Gobierno, pero dando los pasos para la re­apertura de las actividades laborales, tomando en cuen­ta la seguridad de los em­pleados, que sigue siendo lo más importante para la em­presa.

Expresó que tras la situa­ción de salud del pueblo do­minicano, por la pandemia que ha cobrado la vida más de 400 personas, no se iban a quedar de brazos cruzados y procedieron a proteger los más de 3,000 empleos direc­tos e indirectos que generan.

“A través de 34 años de his­toria del el Grupo Corpora­tivo D’Clase, nos hemos ido adaptando a los tiempos. Ninguna empresa debe cru­zarse de brazos ante los cam­bios que trae el mundo, y justamente es lo que hemos hecho ante el coronavirus”, expresó el empresario.

También sostuvo que, co­mo empresa, tienen la cos­tumbre de satisfacer las ne­cesidades de los mercados internacionales de Europa y Estados Unidos, para garanti­zar los miles de empleaos en Esperanza, un pueblo con un alto índice de pobreza, don­de se ubica su planta de pro­ducción. A los 400 emplea­dos que se encargan de la producción de mascarillas y otros equipos de prevención del Covid-19, se suman los que gradualmente se han ido integrando en la producción normal de calzados para la exportación.

Internamente Como parte de las medidas internas, el empresario di­jo que la compañía está to­mando medidas muy se­rias para convertir el área de trabajo en un lugar se­guro, mediante el distancia­miento físico, contando con toda la estructura diseña­da para que los empleados estén a una distancia pru­dente, usando sus mascari­llas, desinfección del entor­no, toma de temperatura y lo más esencial, puntualiza, concienciación de los em­pleados para que puedan mantener el cuidado en sus hogares.