Cuarentena
Unos sí y otros no con la pronta reapertura de la economía
El sector de la construcción, agrupado en las siete asociaciones más grandes de República Dominicana, la Asociación de Industrias (AIRD) y una facción de las agrupaciones sindicales están de acuerdo con las medidas de control sanitario para contener el impacto del brote del coronavirus COVID-19 en el país, pero coinciden en la necesidad de que se permita la operación de empresas que garanticen la reactivación económica, dando prioridad a las actividades productivas de bajo riesgo.
En tanto, la Iglesia Católica y una facción de los sindicatos apoyan que se mantenga el confinamiento por más tiempo. La Iglesia Católica prepara un protocolo para cuando llegue el momento de abrir los templos y las autoridades pongan fin a las medidas extraordinarias, que prohíben la aglomeración de personas, con medidas de “disciplina y control” que aún no han sido descritas por las autoridades eclesiales, quienes han pedido al Gobierno establecer una estrategia, también, disciplinada y controlada para la apertura progresiva del comercio, fortalecer la vigilancia en los barrios y continuar con la implementación creciente de las pruebas para detectar el coronavirus COVID-19.
Piden reanudar obras
Los constructores hicieron el reclamo mediante un comunicado que reúne la posición de siete grandes asociaciones como son la Cámara Dominicana de la Construcción (Cadocon); el Instituto Dominicano del Concreto (Indocon); las asociaciones de Constructores y Promotores de Vivienda (Acoprovi); la de Constructores de Vivienda del Cibao (Acoprovici); la Dominicana de Ferreteros (Asodefe), Dominicana del Acero (Adoacero); Dominicana de Cementos Portland (Adocem), y la Asociación Nacional de Contratistas de Obras Civiles (Ancoci), en el que ponen de ejemplo las medidas que ejecutan países afectados por la pandemia, como Puerto Rico y Colombia.
En República Dominicana se aplica un confinamiento desde marzo que mantiene paralizado totalmente al sector de la construcción, el cual moviliza 400,000 empleos directos y miles indirectos, cuando según dicen la actividad se ha estado desarrollando en la mayoría de los países de América Latina como Chile, Guatemala, Colombia y Puerto Rico y en otros de Europa y Estados Unidos. En esos países, dicen, los gobiernos han permitido que la construcción de viviendas y obras de infraestructuras sigan su curso, lo cual ha sido avalado por un estudio preparado por el Instituto McKinsey de Estados Unidos que clasifica la construcción dentro del grupo de sectores con menor riesgo de transmisión y mayor relevancia económica, junto con la agropecuaria, la industria manufacturera, y la minería no metálica, entre otros.
Sindicatos difieren
La decisión del Gobierno de postergar la reapertura de las actividades económicas provoca reacciones opuestas en el sector sindical. El presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael –Pepe– Abreu, reiteró su postura de iniciar una apertura gradual y ordenada de las actividades económicas, pero otros estiman peligroso tomar decisiones precipitadas y, por tanto, se deben extender las medidas 15 días más.
“Yo prefiero una apertura ordenada y guiada por las autoridades que impuesta por la desesperación de la gente”, sentenció el presidente del CNUS y agregó que si existiese garantía de que las personas fueran a recibir durante su confinamiento ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades perentorias toda la población apoyara la extensión de la cuarentena.Con una postura diferente y de apoyo a la decisión del Gobierno reaccionó el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), Jacobo Ramos, quien consideró que aún no es tiempo de levantar las restricciones económicas y que sería muy peligroso tomar decisiones precipitadas que provoque un rebrote del virus.
“Hemos visto que lo que dicen las autoridades es que cada día hay más casos, que la pandemia está aumentando y eso significa que la economía no está preparada para reabrirse, creo que lo más importante es preservar vidas y la salud del pueblo dominicano y si tenemos que estar 15 días más confinados en las casas hagamos un sacrificio porque la salud está por encima de todo”, destacó Ramos.
Propuesta Álvarez Renta
El sector empresarial calificó positivo el protocolo planteado por el economista Luis Álvarez Renta para la reapertura de las actividades productivas, luego de la cuarentena decretada por el Gobierno. La vicepresidenta de la Asociación de Industrias (AIRD), Circe Almánzar, consideró que lo expuesto por el experto economista en su artículo “Reapertura después del virus”, coincide con lo que ha estado planteando el sector empresarial sobre la importancia de establecer protocolos que permitan iniciar una apertura gradual y segura de la actividad económica.
El presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH), Leonel Castellanos, también destacó que el proceso de reapertura no debe aplazarse más y que debe ser condicionada al cumplimiento de un protocolo mínimo de trabajo.
Posición del Codue
El presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), pastor Feliciano Lancen, afirmó que están de acuedo con la eapertura gradual de la economía, pero creen prudente la cuarentena a fin de evitar contagios del coronavirus.
Lancen destacó el respaldo que dan las iglesias evangélicas a las autoridades del Ministerio de Salud Pública, y ponderó la decisión del Poder Ejecutivo en mantener el estado de emrgencia y el protocolo para contener el virus en el país.
Colaboraron en esta historia Cándida Acosta, Patria Reyes y Alicia Estévez
SEPA MÁS Medidas de la iglesia Ante el COVID-19. La Iglesia Católica comenzó la celebración de Eucaristías sin feligreses y la suspensión de las actividades que impliquen aglomeración de personas, lo que, según informó la Conferencia del Episcopado Dominicano, le fue reconocido por el presidente Danilo Medina.
Protocolo. La iglesia propuso que, de iniciar la actividad comercial, se realice con la firma de un protocolo entre el Gobierno y las empresas y considerar la extensión del estado de emergencia.