Pandemia del COVID-19
Cómo aplanar la curva
Estamos en guerra, y esta supone la vida o la muerte. En materia de guerra el objetivo es la victoria y para obtenerla hay que saber atacar. Pero en este caso, coronavirus, estamos frente a un enemigo invisible. Es algo que no vemos y que desconocemos. Es un fantasma. Somos un país pequeño, de los llamados subdesarrollados.
Sin armas sofisticadas, sin equipos y sin militares bien entrenados. No tenemos centros de investigación que produzcan medicinas y vacunas. Nuestros hospitales no están bien abastecidos y poseen pocos equipos médicos. Lo que tenemos es muy poco y por ello nuestra estrategia de guerra debe ser rápida y certera para poder vencer. La contención Debemos contener y tratar de aislar el virus. Tenemos que copiar lo que otros ya han hecho exitosamente. Este es el caso de Corea del Sur, un país de unos 51 millones de habitantes. Ellos mantuvieron a las personas en sus casas y actuaron con prontitud. El primer caso lo tuvieron en enero 20. De inmediato ejecutaron una política de exámenes de prueba masivos, unos 25,000 diarios. Los que daban positivo los internaban y le aplicaban un protocolo de medicinas para curarlos. Identificaban a las personas que tuvieran contacto con ellos y los aislaban. Aquellos que fueron curados les hacían nuevamente exámenes para saber si eran inmunes. Actualmente tienen 3,867 casos en aislamiento y de los cuales 3,812 están en condiciones leves y 55 graves. Esto significa que Corea del Sur ha logrado ir aplanando (nivelando) la curva de casos activos de unos 8,000 al 10 de marzo a 3,867 casos al fin de marzo. Nivelar la curva es disminuir la tasa de nuevos infectados. Con esta rápida actuación han podido atenuar los daños potenciales del virus, pero también han logrado contrarrestar su impacto en la economía. Cuando comparamos las cifras e índices nuestros con los de Corea del Sur, podemos darnos cuenta de ciertos aspectos y estas podrían ser indicativos de lo que deberíamos hacer. En materia de pruebas Corea del Sur, de febrero 20 a abril 06 (45 días), ha realizado unas 467,000 pruebas sobre una población de 51 millones. Nosotros 4,200 pruebas sobre una población de 10 millones. El número de pruebas que hemos hecho es muy bajo.
El índice de casos infectados en función a la población es parecido a Corea del Sur. Nuestra tasa de mortalidad es muy alta y el número de pacientes recuperados es bajo. Estos índices son indicativos de que nuestro proceso de atención médica, es decir tratamiento, no es bueno en comparación a Corea del Sur.
Tampoco lo es el número de pruebas realizadas. Cuantas pruebas debemos hacer Esto nos dice algo de lo que debemos hacer. Lo primero es poner una meta para los dos próximos meses de unas 55,000 pruebas, casi 1,000 al día. Para ello debemos salir a realizar esas pruebas. No esperar a que los pacientes con síntomas del virus tengan que tomar la iniciativa. Daríamos prioridad a nuestras siete ciudades más afectadas que tienen más de 1,500 casos reportados. Estos son puntos focales y donde el virus se ha multiplicado. Deberíamos aislar y tratar con medicamentos a esos 1,500 casos. A la vez rastrear a todos los que tuvieron contacto con ellos para hacerle la prueba y confinarlos a un lugar específico donde no puedan multiplicar el contagio.
Insisto en que hay que salir a hacer las pruebas y no esperar que los ciudadanos afectados sean quienes las soliciten. Es decir, ser proactivos.
Debemos lograr hacer en los próximos dos meses unas 55,000 pruebas, es decir, unos 1,000 exámenes diarios. Eso sería un logro. Hay que estar conscientes que lo que se busca con las pruebas y los tratamientos médicos adecuados es reducir la tasa de crecimiento de infectados. El hecho de que la tasa de mortalidad es alta y pocos pacientes recuperados nos dice algo.
Podemos ver en los datos que indican que la distribución de pacientes según el tipo de aislamiento es mayormente domiciliaria, unos 1,481 pacientes y solo 228 en hospitales. ¿Están los dominicanos recibiendo un tratamiento adecuado? Este es un tema que tratar en un próximo artículo. Debemos aplicar los protocolos médicos que fueron exitosos en China, Corea del Sur, etcétera.… Creo que podemos dar un mejor tratamiento a los pacientes confirmados con el virus y reducir la tasa de mortalidad.
No debemos esperar a que inventen la cura del coronavirus ni tampoco esperar a que nos hagan donaciones.
Debemos comprar lo que necesitemos. Debo, aunque no sea el momento adecuado, decir que es difícil permanecer un largo tiempo en cuarentena sin tener estallidos sociales y crisis en la gobernabilidad. Hay que actuar rápido y tener estrategias de salida a esta crisis. Es como dice el maestro de las estrategias de guerra, el general Sun Tzu, es hora ya de atacar.
*El autor es diplomático y economista.