ESTUDIO
Se necesitan US$500,000 millones de donación internacional para ayudar a países pobres a hacer frente al coronavirus
Un nuevo informe de Oxfam, denominado Elijamos dignidad, no indigencia, destaca que para movilizar los US$2.5 billones que las Naciones Unidas estiman necesarios para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a la pandemia, también sería necesario aumentar la dotación de la ayuda internacional con US$500,000 millones adicionales.
La investigación destaca que esto incluye los US$160,000 millones que Oxfam estima que serían necesarios para reforzar los sistemas de salud pública de los países pobres, y los US$2,000 millones para el fondo humanitario de las Naciones Unidas. A su vez, revela el estudio, podrían movilizarse recursos adicionales a través de la aplicación de medidas fiscales solidarias de emergencia, como la aplicación de impuestos sobre beneficios extraordinarios o las fortunas de las personas más ricas del mundo.
Un documento enviado a Listín Diario por Oxfam agrega que varios países ricos están aplicando medidas de estímulo económico valoradas en miles de millones de dólares para apoyar a los negocios y a los trabajadores y trabajadoras, pero la gran mayoría de los países en desarrollo no disponen de la capacidad financiera necesaria para tomar este tipo de medidas.
Las Naciones Unidas estiman que la crisis podría destruir cerca de la mitad de los empleos en África. Micah Olywang, taxista y padre de tres hijos, no ha tenido ningún cliente desde el cierre del aeropuerto, los bares y los restaurantes. Según dijo a Oxfam, “este virus nos matará de hambre antes de enfermarnos”.
Estadísticas globales
Las desigualdades existentes marcan los impactos económicos de la crisis. Las trabajadoras y trabajadores más pobres tanto en países ricos como en pobres tienen menos probabilidades de tener un empleo formal, disfrutar de prestaciones y beneficios laborales como la licencia por enfermedad o poder trabajar desde casa, recuerda Oxfam.
Solo una de cada cuatro personas desempleadas en el mundo tienen acceso a prestaciones por desempleo. Cerca de 2,000 millones de personas trabajan en el sector informal, sin acceso a licencias por enfermedad, sobre todo en los países en desarrollo, donde el 90% de los empleos son informales, frente al 18% en los países ricos.