CUARENTENA
La gente sigue aglomerándose en los bancos y supermercados sin guardar la debida distancia
Pricesmart, La Sirena, Jumbo y Bravo, ubicados en la provincia de Santo Domingo están repletos de gente desde las primeras horas de hoy.
La gente se prepara ante la prolongación de la cuarentena y por estar en la víspera de fin de semana, además porque coincide con una inusual Semana Santa por el llamado a quedarse en casa para evitar la expansión del brote viral COVID-19.
Guardando la distancia a menos de un metro entre las personas que usaban mascarillas, guantes y unos pocos hasta con protección en sus cabezas las filas comenzaron temprano de la mañana.
Con el llamado a agilizar las compras para dar oportunidad de comprar a las personas que se encontraban en fila afuera y por cierre de las cajas pautada para las 3:00 de la tarde, un audio se escucha por todo el supermercado, mientras las personas agilizan el paso. También pedían que paguen con dinero plástico (tarjetas).
Por los pasillos hay anaqueles vacíos en el lugar donde se ofertaban uvas, peras, mandarinas y manzanas. Sólo hay algunas fresas.
Productos disponibles y precios
Aunque no hay escasez de víveres, no aparece jengibre y la funda de limón agrio está marcada con el precio de RD$550. En la malla puede haber menos de 30 limones persas.
En uno de estos establecimientos, al que acude la clase media y media alta, no hay pollos enteros. Tampoco aparecen otras partes fuera de muslos cortos y alas.
Las ofertas de otras carnes presentan cortes limitados. Igual pasa con los tipos de arroz, el aceite de cocina y los quesos que tampoco presentan las acostumbradas variedades.
Hay abundante oferta de azúcar refino y crema, lo que evidencia que las mayores ofertas son de productos locales de gran consumo.
Un punto que llama la atención son los pequeños letreros colocados en algunos anaqueles en los que pide a los clientes a que compren uno o no más de dos de determinados artículos.
La situación que no es óbice de República Dominicana por la pandemia mundial está presentando serias dificultades a las familias de menores recursos que no tienen suficientes fondos para acumular artículos, pero también a otros trabajadores que aún perteneciendo al grupo de familias de ingresos medios, debido a que se han visto obligadas a gastar por encima de sus compras habituales usando tarjetas de crédito.
Elena, con mascarilla puesta casi balbuceaba y se quejaba de que dentro del establecimiento la gente no guarda la debida distancia y de que el negocio tampoco dispone de gel antibacterial en la caja para desinfectar las tarjetas de pago. Se enteró, dice, porque preguntó a la cajera quien la señaló en un poste ubicado a pocos metros.
Otra señora que estaba detrás tenía un carro casi vacío como evidencia de que la gente no está respetando el llamado oficial al aislamiento social y a no ir a lugares públicos por pocas cosas.
Las aglomeraciones continúan en supermercados, mercados y bancos especialmente.
Ana, que trabaja como doméstica, va a los mercados y allí la gente busca rejuego con los precios, pero asegura que no la pasa bien porque muchas veces se surte de colmado y ha tenido que pagar RD$7 por un sólo huevo, RD$70 por una libra de cebolla y RD$100 por una libra de carne molida, RD$25 por un limón agrio, RD$25 por un plátano verde y hasta RD$60 por una libra de tomate de ensalada.