El mercado de la Duarte con pocos clientes y la avenida del mismo nombre desolada

Un proveedor cargaba sacos de arroz de un lugar a otro, un joven revisaba un bacalao, un vendedor con guantes y mascarillas esperaba pacientemente por algún cliente para ofrecerle los víveres que tenía encima de su mesa y los motoristas esperaban fuera a las pocas personas que este jueves estaban comprando alimentos en el Mercado Nuevo de la Duarte.

Pese a que los vendedores ocupaban su misma posición de siempre, arriesgándose al contagio del COVID-19, la escasa presencia de personas comprando era notoria en este mercado donde se abastecen algunas Mipymes y hogares dominicanos.

Una señora que echaba papas en una funda tenía puesta su mascarilla y sus guantes y un hombre al que se le acercó el equipo del Listín Diario sin mucho esperar se movió mostrando que no quería hablar con nadie, ese es su refugio para evitar al COVID-19, un virus que ya ha afectado a 168 países.

En el Mercado Nuevo están disponibles todos los productos básicos que las personas necesitan para su alimentación mientras permanecen en sus casas para prevenir la propagación del virus, Sin embargo, como la gente se preparó antes de que se anunciaran las medidas del Gobierno dominicano, este jueves los vendedores de la Duarte empezaron a extrañar los consumidores.

Esto no frenará el trabajo de los mercaderes, quienes aseguran que seguirán yendo al mercado todos los días.

Desolación en la Duarte con París

Los negocios que dinamizan la economía de la avenida Duarte con París se encontraban cerrados. La zona estaba limpia, en comparación a otros días. Un jueves adquiría las características que tiene este lugar un domingo o un día feriado: la soledad, la tranquilidad sin tapones.

Este día no había una multitud caminando por aquí, ni guaguas del transporte público en el medio de la calle, mucho menos, vendedores ambulantes de alimentos.

La París, conocida como la avenida de las pacas y el caos, este jueves y por 15 días más, se ha convertido en la calle de la carencia y la paz.