EDUCACIÓN

Banco Mundial llama a poner fin a la pobreza de aprendizaje

A inicio de este mes, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, anunció una nueva meta mundial sobre educación para reducir la tasa de pobreza de aprendizajes al menos a la mitad para el 2030.

El organismo, mediante una publicación en su página web, expresa que la evidencia revela una crisis mundial del aprendizaje que amenaza los esfuerzos de los países para desarrollar capital humano, las habilidades y los conocimientos necesarios para los trabajos del futuro.

Señala que alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también está en riesgo, incluido el objetivo de acabar con la pobreza extrema. La pobreza de aprendizaje es un nuevo concepto que introduce el Banco Mundial en base a datos mundiales elaborados con el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y se determina cuando un niño o niña no puede leer y comprender un relato simple a los diez años.

Explica que los nuevos datos muestran que el 53% de niñas y niños de países de ingreso bajo y mediano se ven afectados por la pobreza de aprendizajes y que los avances en la reducción de la pobreza de aprendizajes son demasiado lentos para satisfacer las aspiraciones establecidas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible #4, que manda a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.

Detalla que al ritmo actual de mejora, en 2030 un 43% de infantes seguirá sin aprender lo suficiente. “Si los países disminuyen la pobreza de aprendizajes a tasas tan rápidas como las observadas hasta ahora en este siglo, la tasa mundial de pobreza de aprendizajes caería al 28%”, refiere el organismo en una publicación.

El BM señala que los países deberían definir su propio camino (y las metas intermedias) en términos del financiamiento y la implementación de reformas para garantizar que niños y niñas tengan oportunidades en sus vidas. “el contrato social del país debe diseñarse de manera que todos, independientemente de su origen socioeconómico, raza o género, tengan acceso a una educación de buena calidad”.

Centrar la atención en la lectura ?El organismo pone especial énfasis en la necesidad de que niñas y niños sean bien alfabetizados y se les enseñe a leer correctamente.

"Cuando un niño sabe leer bien, puede tener acceso a los diversos conocimientos codificados en textos de todo tipo. Si el niño aprovecha esa habilidad dependerá de muchos factores, incluida la calidad del sistema escolar en los grados posteriores, pero no adquirir la competencia en lectura dificultaría claramente su capacidad de aprender a lo largo de su vida social y laboral", indica la publicación.

Refiere que la competencia en lectura sirve también como indicador del aprendizaje básico en otras materias, de la misma manera que la ausencia del retraso en el crecimiento infantil es un indicador del desarrollo saludable en la primera infancia. Apunta que los datos confirman que las tasas de competencia en lectura se correlacionan estrechamente con la competencia en otras asignaturas.