Bajos ingresos y nivel educativo limitan desarrollo fronterizo

El desarrollo humano como enfoque multidimensional plantea que las personas deben ser el centro de las políticas públicas sin distinción de características geográficas, ciclo de vida, ubicación urbana o rural, género, orientación sexual, o situación socioeconómica.

En el país se ha avanzado en promover acceso a servicios básicos, lo que se traduce en un medio para mayores niveles de desarrollo. De acuerdo a los datos del Indice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre el 2010 y el 2016, el desarrollo humano creció en 22% en el país.

Sin embargo, al profundizar en la distribución geográfica se evidencia que las oportunidades se concentran en el Distrito Nacional, única provincia en la categoría de desarrollo humano alto, y que en la región fronteriza se enfrentan grandes desafíos para lograr mejores coberturas de educación, salud y niveles de ingresos para impulsar oportunidades de progreso. De las cinco provincias fronterizas, Elías Piña, Independencia y Pedernales pertenecen al grupo de desarrollo humano bajo; y Montecristi y Dajabón, a desarrollo medio bajo.

La provincia que registra el IDH más bajo es Elías Piña, 41% inferior que el promedio del país. El Indice de Calidad de Vida reporta que 84.2% de su población se encuentra en condición de pobreza, duplicando el promedio nacional. En el 2016, las variables que limitan oportunidades de mejorar el IDH es el bajo nivel educativo, sólo 9.5% de los mayores de 25 años alcanzaron el nivel universitario, el desempleo es 33% más alto que el promedio nacional, y los bajos ingresos (6 veces más bajos que el Distrito Nacional).

En la provincia existe alta concentración de ingreso, el nivel socioeconómico más alto tiene el 65.1% del ingreso, mientras que los más pobres tienen solo el 2%, a partir de la ENFT 2016. En relación al año 2010 se verifican efectos positivos de políticas que contribuyen al desarrollo humano, como el incremento en cobertura del aseguramiento en salud (34.3%) y de la enseñanza secundaria (14%), lo que impulsó un aumento de 34.2% en el IDH. A pesar de esto, se mantienen bajos niveles de ingreso, con un promedio 2.6 veces menor que en el Distrito Nacional, por lo que se requiere duplicar la inversión privada para empleos formales, reducir la brecha salarial por género, y aumentar las capacidades.