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ENFOQUE

Corea: un nuevo viaje a las antípodas

Acto. Miguel Mejía saluda al presidente del Presídium de la Asamblea Popular Suprema de la República Popular Democrática de Corea, Kim Yomg Nan.

Acto. Miguel Mejía saluda al presidente del Presídium de la Asamblea Popular Suprema de la República Popular Democrática de Corea, Kim Yomg Nan.

La tercera etapa del periplo asiático de la delegación de nuestro Movimiento Izquierda Unida (MIU), fue la República Popular Democrática de Corea, más conocida como Corea del Norte. Nuestra presencia en una nación que fue víctima de una guerra total, como lo ocurrido con Vietnam, nos hizo rememorar las similitudes históricas entre nuestros países, enfrentados a un mismo agresor. Con redoblada fuerza volvieron a nosotros las palabras del profesor Juan Bosch, en el referido viaje a las antípodas.

Corea del Norte se encuentra en la mira de una de las campañas de desinformación, satanización y aislamiento más crudas de nuestro tiempo. No contento con haber destrozado y dividido al país, al costo de cuatro millones de vidas, y haber gastado en ello US4$320,000 millones, los Estados Unidos de Norteamérica han apostado por vengar su impotencia de doblegarlo por las armas, e intentan, una y otra vez, derrotarlo mediante la propaganda y la mentira. No es casual que en su libro ya citado, al explicar al lector las razones de emprender aquel viaje tan dilatado y riesgoso, Juan Bosch haya resumido sus razones en una frase escueta, que parece no haber sido pronunciada ayer, sino hoy: “Fui al Asia y al sudeste asiático a buscar la verdad”.

Lejos de los clichés de la porfiada propaganda imperante, Corea del Norte es un país solidario y cálido para los visitantes, de lo cual nuestra delegación fue fiel testigo. No se trata de un dato de nueva data: durante décadas, y aún en medio del cerco mediático y las persecuciones, existen convenios de amistad y cooperación firmados entre el MIU y el Partido del Trabajo de Corea (PTC), el primero de los cuales fue firmado en Pyongyang, en 1993, y actualizado en República Dominicana, en el año 2009, dirigidos, en lo fundamental, a promover y apoyar el diálogo de paz con Estados Unidos y Corea del Sur.

Durante nuestra estancia en Pyongyang sostuvimos reunión de trabajo con Ri Su Yong, vicepresidente del Comité Central del PTC, quien resaltó las estrechas relaciones de solidaridad y amistad entre su partido y el MIU. La ocasión fue propicia para intercambiar opiniones sobre la situación mundial, caracterizada por crecientes peligros e inestabilidad, en un momento de reacomodo de los bloques geopolíticos de poder y de persistentes crisis. En la conversación se destacó la importancia de fortalecer las relaciones pacíficas, de respeto y amistad entre los gobiernos y pueblos del planeta, en un marco de observancia de las leyes internacionales, procurando un mayor acercamiento entre las naciones mediante la cultura y el intercambio.

También nos reunimos con el presidente del Presídium de la Asamblea Suprema del Pueblo, Kim Yong Nan. Se trata de un parlamento unicameral formado por 687 diputados, uno por cada circunscripción electoral en que se divide el país, y en la cual el PTC ocupa la mayoría de los escaños (607), mientras que el Partido Socialdemócrata de Corea ocupa 50, el Partido Chondoista Chong-U mantiene 22, y 8 escaños los ocupan políticos independientes. Los tres partidos más importantes se agrupan en el Frente Democrático para la Reunificación de la Patria.

En la reunión, el presidente del Presídium de la Asamblea Suprema del Pueblo expresó a nuestra delegación que el Máximo Dirigente Kim Jong Un ha propuesto al país una nueva línea estratégica para concentrar todos los esfuerzos en la construcción económica, como resultado del cumplimiento de los acuerdos de la 3™ Sesión del Séptimo Congreso del PTC.

La economía norcoreana marcha mucho mejor de lo que se difunde en Occidente. Eso es visible en los sitios visitados, también, si tenemos en cuenta que, por ejemplo, en 2016, según datos del Banco Central de Corea del Sur, la economía del norte creció un 3,9% anual, la más alta tasa de crecimiento experimentada por el país desde 1999, a pesar de las fuertes sanciones impuestas por Estados Unidos, sus socios europeos y la ONU. Entre las industrias que más crecieron estaban la minería (8.2%), la industria manufacturera (4,8%) y el sector de suministros públicos (agua, energía eléctrica y gas), un 22,3%. El comercio exterior se incrementó un 4,7%, alcanzando la cifra de $5,600 millones de euros, el 90% del cual se relaciona con el comercio con China.

Finalmente, y como momento culminante de nuestra visita, tuvimos un memorable encuentro con el presidente Kim Jong Un y presenciamos, desde el Palco Presidencial, junto a jefes de Estados, jefes de delegaciones en representación de gobiernos y partidos políticos, el impresionante desfile militar por el 70 aniversario de la fundación de la República Popular Democrática de Corea.

Culminaba así este nuevo viaje por las Antípodas, con la visita amistosa, franca y solidaria a un pueblo como el norcoreano, quizás uno de los más sistemáticamente calumniados del mundo. No hallamos nada de los tópicos más usuales de la propaganda occidental para denigrar un régimen socialista asediado y amenazado, aún hoy, por la presencia de más de 28 mil soldados norteamericanos estacionados en Corea del Sur. Una sola de sus numerosas bases militares ubicadas allí, la de Pyeongtaek, la mayor del mundo, acaba de ser inaugurada a un costo de US$11,000 millones, y es capaz de albergar a 45,000 soldados.

Al partir, recordamos aquellas palabras de Bosch sobre la búsqueda de la Verdad, con mayúsculas, y coincidimos en que tarde o temprano se impondrá, logrando la creación de un clima de paz y confianza que permita a la Humanidad avanzar por senderos nuevos. Mientras, el pueblo de Corea del Norte, caracterizado hace medio siglo por Bosch como “Ösobrio, disciplinado, trabajador, ardientemente patriótico, muy inteligente y muy fino”, sigue empeñado en elevar su nivel de vida, fortalecer su economía, reunificar la patria y defender sus conquistas.

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