¿Quién tiene el dinero?

Siempre ha existido cierto tabú acerca de la dinámica de la riqueza en el mundo, pero ¿qué nos dicen los números?

Desde el año 2010, el banco Credit Suisse realiza un reporte anual sobre la riqueza o el patrimonio neto del mundo. Dicho reporte define la riqueza como el valor de mercado de los activos financieros y reales (que son mayormente viviendas) en manos de los individuos, descontando sus deudas.

En los últimos 18 años, la riqueza mundial ha aumentado a un ritmo de 5.7% anual.

Este crecimiento ha sido más rápido que el de la población adulta, provocando que la riqueza per cápita aumente de US$31,381 en el año 2000 a un promedio US$63,100 por adulto en el 2018.

Más aún, dicho crecimiento ha sido inclusivo, reflejándose a lo largo de toda la población y en todos los niveles de riqueza.

La riqueza media de la población, que refleja las circunstancias económicas del adulto promedio, ha mostrado un crecimiento mayor, 5.9% anual en el mismo período.

A pesar de esto, la desigualdad de riquezas se mantiene alta en el mundo.

En términos geográficos, Norteamérica y Europa agrupan el 60% de la riqueza, pero sólo representan el 17% de la población.

Sin embargo, en Latinoamérica sucede lo contrario, la población de la región representa un 8.6% del total mientras que sólo posee el 2.5% del patrimonio neto del mundo.

A nivel general, el 64% de la población tiene tan sólo el 1.9% de la riqueza, lo que representa alrededor de US$2,000 por persona.

Mientras que, en el otro lado del espectro, menos de un 1% de la población posee el 45% de la riqueza del mundo, lo que representa más de US$3,380,000 por persona.

El reporte revela que el 40% de la riqueza se encuentra en manos de mujeres en el 2018. La riqueza de la población femenina ha aumentado constantemente desde el 2000, especialmente en países asiáticos, con más mujeres apareciendo en los niveles más altos de riqueza.

Si bien es cierto que hay mucho espacio para mejoría, en especial en América Latina, el futuro parece que será mejor.

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