Economia & Negocios

CAMBIO CLIMÁTICO

El rendimiento del café podría reducirse un 18%

Recomendaciones. La Cepal también recomienda al Estado brindar incentivos, opciones financieras y de aseguramiento a los productores, y la comunidad científica fortalecer su capacidad, desarrollar variedades de café y sistemas productivos en conjunto con los productores.

Sergio Cid SolanoSanto Domingo

Los efectos del inminente cambio climático no conocen fronteras y por ende, República Dominicana no está exenta a estos impactos.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) refiere en su estudio “Café y cambio climático en la República Dominicana Impactos potenciales y opciones de respuesta” que en el año 2070 el decremento promedio de los rendimientos del café sería del 18% a nivel nacional con variaciones significativas entre varias provincias, debido al cambio climático.

El organismo internacional explica que los modelos climáticos estiman que los niveles de precipitación podrían disminuir hacia 2050, se agravarían hacia 2070 y afectarían la distribución estacional de la precipitación. Asimismo, la temperatura media mensual se incrementaría hasta 0,8 ∞C en 2050 y hasta 1,8 ∞C en 2070, lo que significa que en algunas provincias ubicadas cerca de la costa del país se esperaría una temperatura superior a los 27 ∞C con niveles de aridez que afectarían la producción agropecuaria, incluyendo el café.

Tomando en cuenta que en el estudio se indica que los mayores rendimientos históricos de este rubro agrícola son los de María Trinidad Sánchez, Sánchez Ramírez, Samaná, Monseñor Nouel y La Vega, el panorama resulta preocupante, pues hacia 2070, todas las provincias tendrían decrementos, y el rendimiento promedio bajaría un 36% con variaciones de 2% en Santiago, y hasta el 90% en Samaná.

Pero, ante esta realidad ¿Qué puede hacer el país para mitigar estos efectos? La Cepal expone en el referido estudio que el cambio climático es un desafío que requiere llevar a cabo acciones de adaptación, entre las que se encuentran reforzar de forma sustentable las prácticas de gestión y manejo, diversificación genética, productiva y de fuentes de ingreso, eficiencia en el uso de agua y otros recursos naturales, entre otros factores.

Asimismo, plantea que algunas prácticas de manejo, como el uso de la sombra y la reforestación, contribuyen tanto a aminorar la vulnerabilidad climática como a incrementar las reservas de carbono, pueden existir sinergias entre acciones de adaptación y mitigación al cambio climático. En algunos casos las acciones de mitigación podrían incluso utilizarse para incentivar y subsidiar acciones de adaptación.

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