FORMACIÓN

Los líderes no nacen, pero se educan en casa

Cuando mi esposa y yo nos convertimos en padres, criar a nuestra hermosa hija pasó a ser el rol más importante, entre todos los demás que nos toca desempeñar dentro de nuestras extensas familias, nuestras empresas y las organizaciones a las que tenemos el orgullo de pertenecer.

Parte de nuestras responsabilidades consisten en preparar a nuestra pequeña, desde ya, para que un día esté lista para ocupar los múltiples roles que su madre y yo ocupamos en la actualidad, sin detrimento de que haga más y mejores cosas que nosotros en el futuro.

JUEGOS SANOS El juego es una de las maneras más eficaces de enseñar a nuestros hijos el valor de la honestidad y la persistencia en el aprendizaje de una habilidad que les permitan ser competitivos.

Veamos como ejemplo el ajedrez. Aparte de inculcar el ABC de la estrategia, requiere de honorabilidad para no buscar consejos por señas en espectadores, además de la perseverancia en el mantenimiento de las posiciones dentro del tablero, con el objetivo de competir contra un oponente que también es dedicado.

DEBERES ESCOLARES Es la primera experiencia en la cual los niños se sienten desafiados a entregar productos de calidad esperada, en espacio determinado de tiempo.

Otros modelos educativos cuestionan “la tarea”, pero, desde mi punto de vista, se trata de uno de los experimentos que más aportan al desarrollo de los estudiantes desde muy jóvenes, debido a que se trata de cumplir con encomiendas bien establecidas, en plazos definidos con precisión y en un ambiente en el cual, en teoría, no tendrán supervisión, sino que deben autogestionarse, una de las habilidades de autodisciplina de mayor relevancia para ser gestores eficaces.

LOS DEPORTES El deporte, en cualquier disciplina, lo considero el símil idóneo para instruir a nuestros jóvenes en el trabajo de equipo. Por medio de estas actividades se establecen objetivos claros para todo el conjunto, los cuales deben ser cumplidos sobre la base de las responsabilidades que cada integrante asume de manera individual, pero en el marco del combinado.

También, las niñas y los niños que hacen deporte aprenden a recibir instrucciones de sus entrenadores o “coaches”, un valor agregado que les ayudará en su futuro como parte de las corporaciones más importantes del país.

Sin contar con que aprenden lo que todo emprendedor debe llevar en su ADN: no rendirse. Los deportes llevan a la entrega de las máximas condiciones, con el propósito de cumplir con los objetivos.

EL ARTE Igual que con el deporte, sin importar el renglón, los artistas aprenden desde muy pequeños a preservar el buen criterio de sus obras y composiciones, sin importar las circunstancias o las condiciones en las que se realizan las obras.

Asimismo, adquieren el compromiso de por vida con entregar solo productos bien hechos, cualidad que los guiará hacia el éxito en un mercado cada vez más exigente.

LA HORA DE LA CENA Solo puede inculcar liderazgo si lidera, si modela esta capacidad de influencia sana sobre su familia; si usted da el ejemplo primero.

El mejor momento para modelar estas habilidades es la hora de la cena. Fije un momento del día para compartir con su familia, en el cual los niños sepan que no pueden envolverse en nada más. Allí, converse sobre su día, acerca de situaciones difíciles y cómo encontró soluciones para las mismas; nuestro ejemplo es el mejor maestro de nuestros hijos.

Entonces, en la medida en la que vayan creciendo, verá que ellos tendrán la confianza de contarles sus luchas y dudas, oportunidades valiosísimas en las que lo mejor que puede hacer usted no es juzgar, sino compartir su experiencia para que ellos encuentren soluciones.

TODO COMIENZA POR LA CASA El hogar es el primer lugar donde se aprende responsabilidad, es decir, habilidad de respuesta. Desde recoger los juguetes, hasta asear la habitación, los niños y las niñas tienen que entender cuáles son sus deberes. Esto, sin importar que en la casa haya capacidad para contratar personal de servicio.

El liderazgo de nuestros hijos e hijas empieza, antes que todo, en el seno familiar. Cuando regreso a mi casa con mi hija, pienso en todas estas cosas, pero lo más importante es enseñarle, con la prédica y el ejemplo, acerca de la honestidad, la disciplina, el amor y el orgullo que tengo de ser su padre.

COMPARTIR LA ACTUALIDAD Desde la adolescencia, nuestras hijas y nuestros hijos pueden comenzar a figurarse posturas críticas en torno a la manera en la que funciona la sociedad, se administran las instituciones públicas y se deciden algunos de los más importantes asuntos nacionales.

Inculcar, primero modelando con el ejemplo, la lectura del periódico, resulta fundamental para que nuestros adolescentes adquieran una cultura general básica y se preparen para ejercer sus derechos de ciudadanía de manera consciente. Enseñar a nuestros hijos e hijas a seguir la actualidad, es parte de las responsabilidades de formar líderes.

PREPARARLOS PARA EL FUTURO El liderazgo se enseña con el ejemplo. El mejor maestro de nuestros hijos e hijas consiste en nuestras acciones. Tenemos que preparar a nuestras hijas y a nuestros hijos para que algún día ocupen los roles que desempeñamos en la actualidad.

Tags relacionados