BID sugiere profundizar reformas estructurales

La representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Flora Montealegre, sugirió al Gobierno dominicano aprovechar este período de relativa bonanza económica, para profundizar reformas estructurales para afianzar las finanzas públicas y convertir el crecimiento en bienestar social.

Montealegre, que concluye su misión en el país este mes, indicó durante su presentación en el almuerzo de la Cámara Americana de Comercio, que el principal reto de las autoridades públicas es convertir el crecimiento económico en un mayor bienestar social que permita reducir las brechas de pobreza y desigualdad.

Explicó que para lograr esto es necesario enfocar las acciones en tres vertientes: aumentar y expandir las oportunidades del empleo productivo, garantizar los servicios públicos que permitan fortalecer el capital humano y abordar lo relativo a la institucionalidad, y la gestión de los recursos públicos.

Señaló como “cuellos de botella” que afectan la inversión y el proceso productivo: al alto costo de la energía, del transporte y de la logística; los bajos niveles de inversión en Innovación y Desarrollo, debilidades en el entorno de negocios y en las instituciones de gobierno, y la calidad del capital humano.

En este último punto, la representante del BID explicó que “la calidad del capital humano, y en particular la capacidad de la fuerza laboral, no sólo ayuda a aumentar la productividad de los trabajadores y a prepararlos para los desafíos del futuro, sino que también contribuye a reducir la pobreza y la exclusión”.

Refirió que uno de los grandes riesgos que enfrenta el modelo de crecimiento económico del país, es que, de no crearse las condiciones para mejorar la calidad del capital humano, se podría perpetuar un círculo vicioso de escasas oportunidades productivas y de empleo que refuerzan el ciclo de pobreza y desigualdad. Al detallar su planteamiento sobre la necesidad de proveer servicios públicos para fortalecer el capital humano, Montealegre sostuvo que existe un vínculo importante entre expandir oportunidades productivas y mejorar la prestación de los servicios públicos.

“La provisión de servicios públicos de calidad como la educación, la nutrición, la salud y la protección social, contribuye a la formación y acumulación de capital humano, y a la productividad del trabajo, lo que a su vez genera un círculo virtuoso de inversión productiva, crecimiento económico y bienestar”, enfatizó la ejecutiva del BID.

Aunque reconoció los esfuerzos del Gobierno en materia de política social, particularmente en el ámbito de la educación, dijo que se necesita tiempo para que se vean los resultados. Consideró que la calidad del aprendizaje en los estudiantes es todavía muy baja y se debe continuar reforzando la calidad del gasto en educación.

Sostuvo que para “un país de los niveles de ingreso de República Dominicana no deberían observarse, por ejemplo, las elevadas tasas de mortalidad infantil y mortalidad materna, ni los niveles de embarazo adolescente ni de feminicidios que se registran actualmente”.

En el tema de institucionalidad y gestión de los recursos públicos, Montealegre expuso que el fortalecimiento de las instituciones y de la gestión pública es indispensable para atender las brechas de desarrollo que tiene el país, y promover un crecimiento más inclusivo y sostenible.

Dijo reconocer los avances para la consolidación de las finanzas, para el fortalecimiento de la gestión pública y para mejorar la transparencia del gasto, sin embargo, señaló que existen oportunidades de mejoras en la función pública para hacerla más eficiente, eficaz y transparente, consolidando, por ejemplo, a las instituciones cuyas funciones se duplican y están reduciendo la cantidad de empleados del Estado.

SUGERENCIAS PARA LOGRAR DESARROLLO Flora Montealegre, luego de repasar la realidad económica y social, afirmó que el país debe replantear sus políticas de desarrollo productivo de cara a fomentar la innovación empresarial y avanzar hacia un paquete exportador de mayor valor agregado y más diversificado, e iniciar un proceso de transformación de su fuerza laboral actual y futura, que contribuya al crecimiento.

Sostuvo que un estudio del BID revela que el sector exportador apenas alcanza 40% de su potencial por lo que "el Gobierno deberá ser mucho más estratégico en el uso de incentivos públicos para estimular el desarrollo productivo".

Sostuvo que el país tiene condiciones y capacidades para ser más ambiciosa en términos de sus objetivos, y señaló que otro estudio refiere que alcanzar el grado de inversión podría reducir el costo financiero de nuevas emisiones en casi 200 puntos básicos, cerca de un 25% del costo de la deuda del Sector Público no Financiero, lo que abriría espacio fiscal para impulsar la inversión social, apuntalar el capital humano y abrir muchas más oportunidades productivas.