Economia & Negocios

PROPAIS de Colombia

Entidad señala impacto de las microfranquicias en las Mipymes

Luis Fernando Martínez Wil LajaraJosé Segebre embajador de ColombiaEnmanuel Tejeda y Carlos E. Angulo.

El 30.5 % de personas con hogares en el país que viven por debajo de la línea de pobreza general (cifras extraídas del Comité Técnico Interinstitucional de Medición de la Pobreza -CTP), constituyen un mercado potencial de oportunidades para impulsar su inclusión laboral y productiva y construir sus capacidades de manera que puedan acceder a bienes y servicios que hoy no están a su alcance.

Los modelos de negocios inclusivos como las Microfranquicias y las Redes de Distribución Inclusiva (RDI), constituyen una alternativa rentable para las empresas mipymes dominicanas y para emprendedores por necesidad, al tiempo de evidenciar un potencial como actividad financiable en la medida en que la banca formal ha flexibilizado los reglamentos de evaluación de activos y microcréditos.

Así se desprende de las conclusiones arrojadas durante el encuentro organizado el viernes 27 de los corrientes por la Red Microempresarial de Seguridad Alimentaria y la Federación Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas (Fenapymed) con representantes de mipymes nacionales, en el cual PRO PAIS de Colombia compartió su experiencia del modelo de negocios Microfranquicias a cargo de Luis Fernando Martínez, coordinador del proyecto en el país suramericano, con el tema Transferencia de modelos de Microfranquicias al sector micro, pequeño y mediano empresarial de RD, con el objetivo de que ese subsector nacional conozca el impacto social y rentabilidad del modelo y pueda replicarlo en el país.

Posee pertinencia financiable

Wil Lajara, en su alocución de introducción, destacó que el modelo de Microfranquicias para pequeñas o medianas empresas que buscan ampliar sus mercados, se presenta pertinente como actividad financiable regenteadas por sectores de escasos recursos, “de hecho la misma es mayor en la medida en que la banca formal ha flexibilizado los reglamentos de evaluación de activos y microcréditos, al ser micronegocios de bienes o servicios probados”.

Indicó que partiendo de que uno de cada 3 dominicanos permanece por debajo de la línea de pobreza, la inclusión del crecimiento puede potenciarse enfocándose en los sectores que generan los trabajos y emplean trabajadores de hogares más pobres.

“De hecho, esto puede tener validez si comparamos el empleo generado por las mipymes con el empleo creado por otros sectores, se tiene que en el 2013, de acuerdo a los datos de FondoMicro, 1,644,260 pertenecen a las microempresas, 514,104 al sector Gobierno y 144,383 al sector Zona Franca”, planteó el dirigente.

RDI son oportunidades para organizaciones barriales

Respecto al modelo de Redes de Distribución Inclusiva (RDI), Lajara precisó que las evidencias recabadas apuntan a que el modelo organizado en torno a las juntas de vecinos y organizaciones barriales de las comunidades, puede convertirse en oportunidades excepcionales de concreción de nuevos y novedosos micronegocios...”dichas posibilidades merecen ser exploradas... “

Contó con la presencia del Embajador de Colombia en la Republica Dominicana, excelentísimo José Antonio Segrebeb, y tuvo el soporte del ministerio de Industria, Comercio y Mipymes a través de los Centros Académicos de Apoyo a las MIPyMES. Fue realizada en el Paraninfo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD

La actividad se inscribe en el marco de los programas que promueve el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para combatir la pobreza, consistentes en modelos de negocios inclusivos tales como las Microfranquicias y las Redes de Distribución Inclusiva (RDI).

A juicio del BID estas iniciativas resultan más sostenibles que la caridad estatal, visto que impulsan la inclusión laboral y productiva de personas en la base de la pirámide social, permitiéndoles acceder a actividad económica en torno a bienes y servicios que en otras condiciones no estarían a su alcance.

Según el organismo internacional, cerca de 450 millones de personas que ganan menos de 10 dólares al día, esto es un 70 por ciento de la población en América Latina y el Caribe, constituye un mercado desatendido pero lleno de oportunidades de negocio.

Entre otras razones para la aparición de este mercado es que, en los últimos 30 años, 70 millones de mujeres se han sumado a la fuerza laboral en América Latina y el Caribe.

Argumenta que el 95% de los pilotos de distribución inclusiva son de mujeres, un sector de la población que necesita ese tipo de ingresos, que tiene capacidad de vender en horarios flexibles y que conoce la comunidad.

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