RECURSOS HUMANOS
Hice una maestría... ¿Y ahora qué?
Cada año el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt) envía becados hacia el extranjero a miles de estudiantes a realizar estudios de postgrado. Sin dudas esta es una labor loable porque en la mayoría de los casos se trata de jóvenes de escasos recursos económicos que sin esta oportunidad no podrían realizar una maestría dentro ni fuera del país.
Sin embargo, al regresar a su tierra, cargados de experiencias y conocimientos, muchos no encuentran empleo para ponerlos en práctica. Y se sienten frustrados.
“Cuando regresé a República Dominicana con la maleta llena de esperanzas choqué con una realidad que, aunque la conocía, quise obviar para no desmotivarme: y es que en mi país no hay oportunidad de trabajo”, relata con pesar el joven Jean Carlos Santana recién egresado de un máster en Periodismo Digital de la Universidad Nebrija de España.
Santana está consciente de que aún es muy rápido para encontrar “el trabajo de sus sueños”, pero de todas formas sus expectativas no son las mejores porque aquí “no importa qué tan preparado estés ni las ganas que tengas de hacer un buen trabajo”.
Su afimación no se aleja de la realidad, pues en el estudio “Crecimiento y empleo en la República Dominicana: Opciones para un crecimiento generador de empleo” publicado en el 2013 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) se establece que en el país “las personas con un mayor nivel de educación tienen más dificultades para encontrar un empleo adecuado”.
Registros
Como el de Santana hay cientos de casos en el país y así lo corroboran los registros del Mescyt, que según su memoria correspondiente al 2016 648 (46%) egresados de becas internacionales estaban en busca de empleo.
“Llega un punto en el que no puedes evitar sentir frustración y hasta depresión porque ves que pasan los meses y no recibes una llamada y las que llegas a recibir no llenan tus expectativas. Hasta te cuestionas porqué decidiste irte tantos meses a prepararte cuando en tu país no valoran eso. Muchas veces te sientes empujado a aceptar un trabajo en cualquier área sin importar que no sea la tuya”, agrega Santana.
Es por esto que algunos optan por no regresar al país y aventurarse a buscar oportunidades en otros países. El informe del Mescyt del año pasado indica que 114 (un 8%) se habían quedado fuera sin autorización.
“Es muy lamentable que el país invierta tanto dinero en capacitar a los jóvenes cuando no se tiene la intención de darle la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos. Entiendo que el Mesyct debería crear convenios con buenas empresas para garantizarle a los jóvenes un empleo cuando regresen al país”, sugiere Santana ante esta situación.
El Ministerio posee un Departamento de Seguimiento y Colocación de Egresados, cuyo propósito es evaluar y posteriormente incorporar a los egresados en el mercado laboral, pero algunos desconfían de que esto realmente funcione.
Sin embargo, el Mesyct registra que 537 (39%) egresados de becas internacionales se habían insertado en el mercado laboral.
Otras incertidumbres
Otros egresados consultados que tuvieron la suerte de tener o encontrar rápidamente trabajo al regresar dicen que también se sienten desmotivados por la falta de reconocimiento en sus empresas o por las bajas remuneraciones que reciben para su nivel de preparación.