ENFOQUE
La macadamia resolvería el tema de la reforestación
República Dominicana cuenta con unas 3,500 ó 4,000 tareas de tierra sembradas de esta fruta. Los pequeños y medianos productores están despertando el interés por este rubro agrícola.
Producción. El cultivo de la macadamia se ha convertido en una actividad agrícola atractiva por su alta rentabilidad y el tiempo de vida útil de la planta. Un quintal de macadamia cuesta en el mercado RD$3,000.
La zona montañosa de la Sierra (San José de Las Matas), por descuidos de los diferentes Gobiernos que hemos tenido, se encuentra totalmente devastada, por la tumba indiscriminada de árboles y arbustos por agricultores nómadas, asociados temporalmente con ganaderos improvisados.
Esto ocurre ante la mirada de las autoridades que tienen la obligación de velar por la foresta y la ecología general del país.
La experiencia acumulada por varios años, con el cultivo de la macadamia en la zona de la sierra, primero por el siempre recordado y querido don Arsenio Ureña, y luego por varios pioneros en este cultivo, nos dan la certeza que las lomas de San José de Las Matas, constituyen la mejor zona del país para este interesante árbol frutal y forestal.
Modestamente creemos que este frutal, asociado al café y otros frutales, que se desarrollan y producen muy bien con esta asociación, podría ser la solución permanente a la forestación y productividad de toda esa importante zona montañosa del país.
La empresa “La Loma”, ha sido la pionera en la utilización de la macadamia en la elaboración de helados de muy agradable sabor y de una total aceptación por el público. También esta empresa está comercializando la fruta de macadamia, preparada con diferentes ingredientes que la hacen muy apetecible para los más exigentes y variados gustos de las personas.
Interés en producir Existe en la zona un gran interés por sembrar este árbol frutal, tanto por su producción abundante de frutos (semillas), como por la protección que brinda a los suelos y a la ecología local. La tecnología más avanzada, acompaña a todos los productores de este cultivo frutal-forestal, que deciden comprar las plantas a la empresa “La Loma”.
Las plantas que oferta esta empresa están injertadas en patrones de la especie Macadamia tetrafila. Estas plantas tetrafilas tienen un abundante sistema radicular, con resistencia a terrenos con condiciones inapropiadas.
A los patrones tetrafila se les injertan las variedades traídas de Hawai de gran productividad y calidad: la 508 y la 246. Ambas variedades pertenecen a la especie Macadamia integrifolia. Estos árboles tienen la capacidad de producir más de 4 quintales por árbol y en una tarea se pueden sembrar de 14 a 15 árboles de macadamia.
El valor de venta del quintal de macadamia es de RD$3,000. Es decir, una tarea sembrada de macadamia puede generar al año, la suma de RD$180,000. Como se puede apreciar es un cultivo altamente rentable y una plantación de macadamia puede durar hasta 80 años, ofreciendo cosechas comerciales. La zona de la Sierra tiene la ventaja de poseer en su mayoría, terrenos francos a franco-arenosos. En ese tipo de suelo es que se obtiene la mayor productividad y calidad de los frutos.
Según el Ing. Luis Hernández, la macadamia que se está produciendo en el país, es totalmente orgánica. Este árbol tiene pocos enemigos naturales, se pueden mencionar el “taladrador de las nueces”, el “taladrador del tallo” y la chinche Nezara viridula.
La extensión de terreno sembrado de macadamia en el país está entre 3,500 y 4,000 tareas. En estos momentos hay una gran cantidad de personas interesadas en sembrar macadamia en grandes extensiones.
Prioridad La empresa “La Loma” le está dando prioridad y a la vez mayor importancia, a los pequeños y medianos productores, para que se integren a cultivar este interesante árbol frutal. Es una forma de sociabilizar este cultivo y a la vez mejorar las condiciones de vida de las familias rurales y evitar la emigración.
Las plantas injertadas a los dos años de sembradas en el lugar definitivo, comienzan a producir y pueden permanecer durante cientos de años en esa situación. Conviene a los 60 años u 80 años eliminar la plantación y renovarla con nuevas plantas, porque como señalamos anteriormente, de ahí en adelante los rendimientos en producción y calidad son decrecientes.
Según los técnicos de la empresa “La Loma”: Jesús Moreno, Luis Hernández, Oscar Cruz y Jaime Moreno, la macadamia se puede asociar con el café y con frutales y a la vez utilizar las colmenas de abejas para polinizar las flores.
La cría de las abejas es una actividad económica muy importante, ya que los productores podrían obtener miel, polen, propóleo, jalea real y cera. Estos subproductos de las abejas polinizadoras, son muy interesantes por la gran demanda existente en el mercado nacional e internacional y a la vez los buenos precios de comercialización. Las abejas logran incrementar la producción de la macadamia en más de un 15%, recibiendo igual beneficio los demás frutales que se asocian al cultivo principal.
Visita de Agricultura Los representantes de la empresa “La Loma” intercambiaron ideas con técnicos del Ministerio de Agricultura, representante de la Regional Norte de Agricultura, durante todo el “Día de Campo”.
Se visitaron varias plantaciones de macadamia en diferentes estados de desarrollo. Una grata sorpresa ocasionó el visualizar plantaciones sembradas en plena sequía, las cuales muestran un buen desarrollo vegetativo. Incluso se observaron plantaciones de dos años de sembradas con producción, esto hace comprender que además de las grandes ventajas que ofrece el utilizar variedades de altos rendimientos y buena calidad de los frutos, con el injerto que se practica en el patrón de Macadamia tetrafila, y la producción temprana de estas plantas, se paga el valor de dichas plantas injertadas.
Las plantas de macadamia sin injertar producen al 5to. y 6to. año, es decir, después de 4 años en que las plantaciones de macadamia injertadas han estado ofreciendo cosechas de alta productividad. Además, la empresa “La Loma” tiene un programa de financiamiento de las compras de las plantas injertadas, con el cual le facilita al agricultor, pagar en un período de ocho años.