Carta para Leonor Porcella de Brea
Con mucho interés he leído, como siempre lo hago, su artículo en el Listín Diario digital, de fecha 10 de septiembre de 2014, titulado ”Desacuerdo en Plantas a Carbón”. Pero debido al impacto que su artículo pudiera tener en la élite pensante de nuestro país, me permito esclarecer algunos aspectos del mismo. En el primer párrafo de su artículo usted señala lo siguiente, citamos: “No sorprende a nadie que el Tribunal Superior Administrativo quiso detener la construcción de dichas Plantas, considerando su condición opositora muchas veces de hechos necesarios que urgen. Como nunca expresan sus razones, suponemos que en esta ocasión ha tenido que ver con problemas de medio ambiente”. El fallo del Tribunal Superior Administrativo (TSA) está basado, no en aspectos medioambientales, sino en una instancia elevada ante el TSA, por la contraparte local de uno de los consorcios que participaron en la Licitación Internacional abierta a la que convocó la CDEEE, y en la cual no resultaron favorecidos por no lograr el mínimo de puntaje requerido para pasar de la Oferta Técnica a la Oferta Económica. Es de vital importancia informar que la empresa líder del consorcio desestimó dicha instancia desde el principio, desautorizando con esto a su contraparte local. El proyecto de la Central Termoeléctrica Punta Catalina de 720 MW ya cuenta con licencia medioambiental, emitida por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMARENA); además de ser un proyecto inscrito en el “Mecanismo de Desarrollo Limpio” de la Oficina de Cambio Climático que dirige el Sr. Omar Ramírez. En ese mismo párrafo usted puntualiza, citamos: “Todo indica que había algún interés económico, y en lugar de comprar plantas de gas, algo más costosas, adquirieron las de carbón, que varias naciones han suprimido por contaminantes”. Las centrales termoeléctricas de ciclo combinado, turbogas o de motores de combustión interna que utilizan gas natural como combustible no son más costosas que las centrales termoeléctricas clásicas que emplean carbón mineral. De hecho, estas últimas requieren una inversión mayor. El Gobierno de República Dominicana ha hecho ingentes esfuerzos en estos dos últimos años para lograr contratos de compra de gas natural a largo plazo y a precios competitivos, todo lo cual no ha sido posible. Quien suscribe ha participado, en representación de la CDEEE, en cuatro reuniones en la sede central del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en junio de 2013, enero, marzo y julio de 2014, tratando de crear un bloque regional con los países de Centroamérica, México y Colombia para adquirir gas natural líquido de los Estados Unidos, a precios tales que nos permita, al Gobierno y al sector privado de generación, reducir el costo promedio de producción de la energía eléctrica. Aún esto no se ha concretizado, y las expectativas, en el mejor de los escenarios, apuntan más allá del año 2016. A eso hay que agregar la infraestructura requerida para almacenar cientos de miles de metros cúbicos de gas natural líquido, regasificar dicho gas natural y transportarlo a través de gasoductos, estructuras todas éstas que aún no se han construido. Cabe puntualizar que las economías de las grandes naciones desarrolladas se cimentaron y aún se fundamentan en el uso intensivo de carbón mineral. La Central de Punta Catalina utilizará tecnología de punta para controlar y eliminar la emisión de gases de efecto invernadero, siendo una tecnología mucho más limpia que las actuales centrales que utilizan petróleo y sus derivados y que abundan en nuestro sistema eléctrico. En este aspecto hay que destacar que había que adoptar una solución urgente a la problemática del costo de producción de energía eléctrica, si queremos disponer de un sistema eléctrico eficiente y una tarifa eléctrica razonable. La Central de Punta Catalina de 720 MW es la respuesta más contundente que gobierno alguno de nuestro país haya dado al problema eléctrico en los últimos treinta años. Esta valiente decisión del Estado dominicano ha dinamizado también al sector privado de generación eléctrica, a través de las Centrales Quisqueya I y II, de 430 MW, AES/DPP con 100 MW adicionales y una potencial Itabo III, a carbón de 300 MW. Un importante grupo económico nacional, el Grupo Vicini, inauguró el sitio donde se instalará una Planta Flotante de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural de 127,000 metros cúbicos de dicho gas en condición líquida, para convertir más de 900 MW de sus plantas que operan con combustibles derivados del petróleo. Todos estos aspectos que hemos señalado nos indican que la decisión adoptada por el señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina Sánchez, ha sido correcta y que el Sistema Eléctrico Interconectado de la República Dominicana tendrá un antes y un después de la Central Termoeléctrica Punta Catalina. Francisco H. Núñez Ramírez, ingeniero eléctrico.