Economia & Negocios

Espíritu matriarcal empresarial

Madre emprendedora, quién la hallará. ¡Por doquier! En las calles con una paletera, en las escuelas impartiendo docencia y decencia, en el gobierno abogando por el pueblo, en hogares como buenas matriarcas enseñándole a sus hijos del éxito la clave y quizás leyendo estas líneas de prisa mientras ejecuta otras tareas a la vez, buscando poner al derecho lo que está al revés. Y es emprendedora no nada más porque crea cosas buenas, sino también porque a medida que crea destruye lo que no es bueno. Así es. Su mente despierta la guía en diligencias creativas que detienen y mitigan tendencias netamente destructivas. La más destructiva de esas tendencias es la erosión del núcleo familiar. Para contrarrestarla cada día nuestras madres dominicanas inculcan en sus hijos y en la sociedad principios de verdad, amor y responsabilidad. Contra su ardua labor empresarial a veces compiten los medios populares con sus mensajes y líricas pegajosas que son, a su vez, peligrosas, pues asaltan la imaginación de nuestros jóvenes y niños. También compite contra los loables esfuerzos matriarcales la cultura de irresponsabilidad paternal que permea en nuestro cuerpo societario. Sin embargo, ante estas importantes fuerzas contrarias, las madres no se amedrentan, sino que sacan fuerzas de flaquezas para desarrollar al máximo sus creativas y virtuosas gestas emprendedoras. Y por esto, madres, en esta hoja les reconecemos y nos quitamos ante ustedes el sombrero “porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.” Emulemos todos de nuestras madres este espíritu virtuoso y emprendedor ciñéndonos de fuerza y honor para así reírnos de lo por venir. El autor es :Jonathan D’oleo,Economista y conferencistaTwitter @ doleojj

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